5/03/2013

MAYO MES MARIANO

Foto del recuerdo: Propiedad Don Raúl Cobos

Para todos los sigsseños creyentes, mayo es el mes de Maria o de la Churona de Tudul.
Esta sentida devoción surgió a inicios del siglo pasado con la llegada de los salesianos con su protectora María madre de Dios, con el título que la había concebido don Bosco “Auxiliadora de los Cristianos”. En torno a la llegada de la virgen existen dos versiones; la primera:

“En 1906, el reverendo padre Francisco Mattana había adquirido una bellísimo imagen de la virgen que debía llevarse a una de las casas salesianas de Riobamba, pero el empeño de los primeros misioneros llegados a Sígsig hizo que tal decisión cambiara de rumbo para que viniera a este humilde lugar.” la segunda; “Es que trajeron dos imágenes de la Vírgen desde Italia, las mismas que fueron trasladadas en cajones, una era para Cuenca y la otra para Sígsig, pero por cuestiones de la vida se cambiaron estos cajones por lo que la que debía de quedarse en Cuenca vino a nuestro pueblo, y la que debía de venir acá se quedó en Cuenca. Claro la que tenemos es más bonita que la virgen de Cuenca y estamos seguros que ella quiso venir acá”, nos comenta don Vicente Coronel.

“Pero lo que sí sabemos –prosigue don Vicente– es que alrededor de unos veinte jóvenes fueron los que encargados de trasladar la sagrada imagen desde Cuenca por la vía antigua Dizha-Santa Ana-San Bartolomé-Pamar-Chobshi, la Virgen llegó al Sígsig en chacana lo que se conoce como las andas.”   
Con el pasar de los años y por la sensación afectuosa que transmite la Virgen a sus fieles y con el entusiasmo de los Padres Salesianos, surgió la idea de ceñir sus sienes con una corona, como la reina de todos los fieles sigseños. Esta gran iniciativa cundió por todo los corazones nobles y generosos, entonces  afloró un efervescente deseo de brindar la ayuda que fuese necesario con tal de ver coronada a su madre y reina de todos los tiempos.
Para este fin, se formó un comité llamado “Pro-coronación”, precedido por los señores: Vicente Pesantez, Levino Arévalo, Miguel Pacheco, Rafael León, Pompilio Reinoso y Manuel Bermeo. La labor de este comité fue muy ardua ya que debieron emprender la recaudación de fondos para la obtención de la cantidad necesaria de oro que llevaría la corona.
Todas las parroquias, conociendo esta noble finalidad se integraron rápidamente formando sub-comités para las recaudaciones necesarias. Además, los sigseños residentes en otros puntos del Ecuador contribuyeron en buena medida para ver cumplir este sueño.
En el sector rural las familias colaboraron entregando a más de dinero, productos comestibles y animales, los mismos que se remataban los días domingos; y el dinero recaudado se enviaba al comité central. Por otro lado en el centro cantonal, el comité salía con la imagen de la Virgen a visitar los hogares de cada una de las familias pidiendo un donativo. Aquí muchas de las personas se desprendían generosamente de sus recuerdos más preciados, como anillos de compromiso, aretes, cadenas de oro, en fin anhelando que la corona lleve parte de su herencia. “Para la virgen mi anillo de compromiso, mis aretes, mis joyas, es decir lo mejor de mí debe quedar en las sienes de la auxiliadora”. Era la expresión de quienes donaban sus joyas.
De esta manera el sueño de todo un pueblo se iba consagrando. La generosidad fue sin duda uno de los gestos que se impregnó en el corazón de todos y todas quienes escucharon el propósito.
Luego de una ardua y exigente labor el comité convocó a un concurso para la elaboración de la corona, joyeros de Cuenca, Chordeleg, Sígsig y de otros puntos de la provincia acudieron a este llamado presentando sus diseños y formas de trabajo, luego de un exhaustivo análisis por parte del comité “Pro-coronación” se dictaminó que el ganador indiscutible era el señor Miguel Ramos (+) pues sus esquemas y dibujos fueron originales, constituyendo un modelo inédito hasta entonces.
Formalmente autorizado, don Miguel emprendió esta labor en su pequeño taller ubicado en la esquina de las calles Vega Muñoz y Corral.
La confección de esta verdadera obra de arte significó un trabajo de seis meses aproximadamente ya que fue burilada a mano, en oro de 18 kilates, su peso total es de tres libras, se compone de seis partes desarmables sujetadas con tornillos de oro, su contorno es bastante modelado y acompañado de piedras preciosas ¡zafiro, rubí y perlas finas! Siete son las estrellas que rodean a una paloma con las alas desplegadas que irradia sobre personajes celestiales en alto relieve; y en su parte inferior existe un semicírculo en cuyo interior se encuentra presente la iglesia de Tudul.
Por supuesto no podía faltar un cetro para la reina y una corona para su hijo que reposa sobre el brazo izquierdo de la virgen, los mismos que fueron trabajados conjuntamente y de igual calidad que la anterior.
Todos los preparativos desde que nació la idea hasta la coronación fueron intensos, algunos nos comentan que duró unos cuatro años aproximados, todo esto se reflejaba en el caminar presuroso de la gente, en los trabajos que eran llevados con la sonrisa a flor de labios ¡cómo no estar felices si el gran día ya llegaba! era una noticia que llenaba de orgullo a todos los peregrinos.
La Virgen María Auxiliadora o como lo llaman cariñosamente los sigseños “La Churona de Tudul”, fue coronada el 24 de Mayo de 1963 a las 11 de la mañana por el padre salesiano José María Aguirre en el atrio del Santuario de Tudul congregando a unas 6000 personas aproximadamente y contando con la presencia de 50 sacerdotes salesianos y el Monseñorde Méndez y Gualaquiza José Pintado delegado del nuncio Alfredo Brumeira. Este acto religioso quedó impregnado en el espíritu de todos los sigseños y muchos guardan en su recuerdo. 

Foto del recuerdo: Propiedad Don Raúl Cobos

El vicario de ese entonces padre Humberto Esquivel, expresaba con vehemencia este anhelo de los sigseños:
“Están señora mía, pendientes, zarcillos de madres muertas que sus hijos guardan como reliquias: Los hijos, los viudos han querido dártelos, porque mejor guardados estarán en la corona de tu frente que sobre el corazón de ellos…(Guillermo Ortega P. “La Auxiliadora de Tudul” En: Boletín Alcacay, # 3, Año 2000)
En medio de la felicidad se entonó el himno a María Auxiliadora escrito por el profesor Miguel Pacheco Coronel, y cuya música fue compuesta por Humberto Sánchez;

Auxiliadora, Sígsig te aclama,
Madre y señora reina sin par
Su amor trocado en pura gema
A tu diadema enjoyará.

Tú sabes madre cuánto te amamos
Porque volamos hasta tu altar,
Tu sacra imagen desde muy niños
Nuestro cariño supo robar.

Una corona para tu frente,
Sígsig creyente, ya buriló,
Con ella puso de su alma el oro,
El gran tesoro del corazón.

En esta hora de hondo quebranto,
Con nuestro llanto y nuestro afán
En ti ponemos nuestra confianza,
Y la esperanza, para triunfar.

Tú sabes madre cuánto te amamos,
Porque admiramos tu regia sien,
Es el vasallo que a su patrona
Se ofrece y dona sincero y fiel.

La devoción a la Virgen Auxiliadora fue creciendo gracias a las peregrinaciones que la gente realizaba para ver y rezar frente a la imagen de la Virgen en el santuario de Tudul. “Resulta emotivo ver a la “Churona de Tudul” en su humilde pórtico durante la coronación” nos comenta una de sus fieles devotas.
La Virgen María Auxiliadora es una de las imágenes más veneradas en nuestro cantón. Se caracteriza porque su devoción no sólo se encuentra entre quienes viven en el Sígsig, sino que se expande alrededor de todo el Ecuador e incluso existe mucha devoción en otros países como EEUU y España.

Foto del recuerdo: Propiedad Don Raúl Cobos