1/27/2016

CAZADORES-RECOLECTORES DE CHOBSHI


“Nuestra primera manifestación cultural”
Extracto del libro “El Legado Precolombino de Sígsig”

La existencia de sociedades tempranas en Sígsig nos plantea una serie de preguntas: ¿Quiénes fueron los primeros pobladores?, ¿De donde provenían?, ¿Qué comían y cómo lo conseguían?, ¿Cómo era su organización social?, ¿Qué concepción tenían del mundo?
La teoría aceptada por la comunidad científica plantea que los primeros habitantes del continente americano provenían de Asia. Un descenso en el nivel del mar provocado por las glaciaciones facilitó el paso a través del estrecho de Beringde pequeños grupos de cazadores y recolectores que se movían en busca de animales y plantas silvestres. Estos grupos se desplazaron rápidamente hacia el sur en busca de más y mejores recursos para garantizar su subsistencia.
De las evidencias descubiertas en El Ilaló (Inga, San Cayetano y San José), Chobshi, Jondachi y Cubilan, se ha podido inferir que los pobladores tempranos llegaron a lo que hoy es Ecuador como cazadores-recolectores especializados y que se adaptaron plenamente a las condiciones ecológicas, pues para esta época tuvo lugar el final del Pleistoceno con el predominio de un riguroso clima en los Andes y el inicio de un nuevo período geológico climático denominado Holoceno, que fue una etapa de transformaciones intensas; el clima mejoró notablemente, al punto que aumentaron las áreas de bosque en detrimento, lo que hizo menos hostil la vida de ciertas especies animales y vegetales. (Salazar, 1988:83).
La mejora de las condiciones climáticas durante el Holoceno fue un factor importante para la adaptación humana y los desarrollos culturales. Como reflexión complementaria cabe anotar lo que plantea la arqueóloga Dominique Gomis (2007:298), al decir que el Oriente pudo constituir el posible origen de los hombres de Chobshi y Cubilán, puesto que hasta hoy no se han encontrado sitios pre-cerámicos en la Cordillera Occidental.
Los testimonios materiales encontrados en este lugar, nos demuestra que los cazadores-recolectores que vagaron por los parajes altomontanos andinos a comienzos del Holoceno, al llegar a la vertiente del río Santa Bárbara, habrían sentido aliciente, al encontrar el albergue de la Cueva Negra de Chobshi, que no solamente les proporcionaría abrigo, sino que también constituiría el centro de actividad y cohesión social (Reinoso, 1993:125).
La organización social era la “banda” siendo el parentesco la institución más importante, pues generó la solidaridad necesaria para el desarrollo de la vida social y la realización de actividades colectivas. En palabras de Ernesto Salazar la banda era la expresión más común de la sociedad cazadora, con una división sexual del trabajo que enfatiza la caza para el hombre y la recolección para la mujer. (Salazar, 2008:86), aunque no dejamos de lado la hipótesis que podrían haber practicado también la pesca, pues junto al Abrigo Rocoso pasa el río Santa Bárbara.
Los grupos de cazadores-recolectores dependían de los recursos que les proporcionaban los diferentes microambientes; tanto para obtener alimentos como para satisfacer otras necesidades cotidianas: elaboración de artefactos, vestido, refugio y actividades de cohesión social que les permitía asegurar la supervivencia.
Por lo general el tamaño del grupo, así como la distancia que recorrían, dependían de lo que el entorno les ofrecía y pudiera soportar. Cuanto más pobreza en alimentos tuviera su territorio, más extenso debería ser su recorrido.
Necesariamente para cazar a venados, perdices, conejos, entre otros, fue necesario subir al páramo y en el caso del oso de anteojos, la danta, entre otros, aventurarse más hacia la zona boscosa de las estribaciones orientales por lo que se deduce que practicaban un desplazamiento cíclico y predecible –lejos de ser nómadas sin rumbo–. En este sentido partían del campamento base “Abrigo Rocoso de Chobshi” y se establecían en refugios provisionales –campamento de paso– mientras obtenían suficientes alimentos para su sustento, finalmente retornaban al campamento “base” ya que su ubicación, no responde únicamente a la necesidad de aprovisionarse de alimento, sino también el de contar con una fuente cercana de agua, la posibilidad de encontrar con relativa facilidad depósitos de rocas para la fabricación de herramientas de cacería y el espacio adecuado para el procesamiento de los animales obtenidos en la caza (cortarlos en piezas, utilizar sus pieles, etc.).
Para Gustavo Reinoso (1993:153), la Cueva Negra de Chobshi, debió ocupar una posición estratégica, no por la magnitud del horizonte visual, para controlar el movimiento de la vida salvaje, dado que se encuentra en el fondo y casi a la salida del pequeño valle del puente seco; sino por las características topográficas irregulares, que pudieron.
Al acampar continuamente en la zona conocían muy bien el territorio; desarrollaron una percepción sobre el mundo que les rodea y sabían a qué zona ir y en que época del año; sabían el comportamiento de los animales y las rutas a seguir, lo cual ayudaba para la utilización de diversas técnicas para abatir a los animales, siendo una de ellos el empleo de las puntas de piedra en los proyectiles, el camuflado con pieles de los animales cazados, la elaboración de trampas, acorralamientos y el empleo del fuego como estrategia de caza.
La caza sin duda fue considerada como uno de los pilares básicos, no solo por el alimento que pudiera aportar al grupo, sino porque también se podía aprovechar otras partes como la piel (vestimenta); los huesos (para la industria ósea); los tendones (como hilo); entre otros. Tomas Lynch (1981:98) anota que la dieta estaba conformada por los siguientes animales: zarigüeyas, conejos, puerco espín,  sacha cuy, perro, tapir, venado (de cola blanca, pudú y tal vez cervicabra), oso de anteojos y perdiz. Siendo el venado el animal de caza más importante y con toda certeza fueron los venados los animales de caza más importantes para estos habitantes.
Esta fauna -señala Salazar- (1988:108) es considerada reciente u holocénica y su presencia indicaría que en el momento en que los primeros pobladores llegaron a estas tierras la megafauna había desaparecido, o bien que era tan escasa que resultaba más rentable cazar especies modernas.
Parece que el énfasis se concentró en la caza del venado, particularmente la especie paramuna de cola blanca pues representa el 65 % de la muestra de la fauna consumida. De hecho Juan Cordero (2007:66), apunta que los restos de animales especialmente los venados encontrados en el abrigo demuestran que se escogía a los machos entre tres y cinco años ya que las hembras eran protegidas por su capacidad reproductora, esto quiere decir que hubo casería selectiva con el ánimo de preservar las especies que eran vitales para su supervivencia. En todo caso este yacimiento ha dado una importante muestra de la fauna consumida por el Hombre Temprano a fines del paleoindio.
Por otro lado, el Abrigo Rocoso de Chobshi al estar ubicado en el bosque montano de seguro que el panorama que hubiera ofrecido a sus ojos habría sido el de pequeños arbustos y algunos quishuar, alisos y pumamaquis (Salazar, 1988:102), la cual brindaba la protección que proveía la vegetación, y sobre todo la disponibilidad casi inmediata de recursos alimenticios alrededor de los mismos como la uvilla, el taxo, la mora, el nogal o “tocte”, la nigua, el capulí, la joyapa o hualicón; granos de amarantáceas, como el ataco, de quenopodiáceas, como la “ashpa quinua” y de leguminosas, como el “ashpa chocho”, en fin hojas de bledo y berro y, tal vez, tubérculos silvestres de género Solanum Dioscorea “sacha papas” (Salazar, 1988:103). Debido a la alcalinidad de la tierra del Abrigo Rocoso (8.4 a 9 pH) no se ha conservado vestigio alguno de polen.
La madera fue otro de los recursos vegetales que utilizaron, aunque al ser de carácter perecedero no se conservaron dichas evidencias. Posiblemente fue utilizada como puntas de proyectil endurecido al fuego, para poner en pie tiendas sencillas, como combustible para la cocción de alimentos; de hecho algunos huesos encontrados en el sitio, muestran diversos grados de combustión, desde los que están ligeramente chamuscados, pasando por los de avanzada carbonización.
Thomas Lynch (1981:100), a partir de las pruebas de C14, propone que el territorio de Sígsig fue poblado hace 8060 y 5585 aC.