8/26/2013

LAS MINAS DE SANTA BÁRBARA


Revisando las investigaciones históricas concernientes al tema de las minas de Santa Bárbara, muchos historiadores concuerdan en decir que eran las más importantes a inicios de la colonial, ya que después de la fundación de Quito los españoles comenzaron a buscar, en primer lugar, los depósitos que habían sido explotados por sus predecesores indígenas y al tener conocimiento de la gran cantidad de oro existente se establecieron en estos lugares para explotar las arenas auríferas de sus ríos. A sus inicios los cabildos organizaron el reparto de tierras y de indios de servicio entre los nuevos vecinos de la reciente ciudad de Quito; Martín de la Calle, Francisco Gómez y Ginés de Medina recibieron autorización del cabildo de Quito para explotar las minas de oro de Santa Bárbara  desde 1537, con la participación de numerosos indios. Rodrigo Darcos también extrajo oro con apoyo de 300 indios.
La zona ubicada en Santa Bárbara fue una de las más visitadas por los mineros, sin embargo un error que cometen algunos historiadores es ubicar las minas de Santa Bárbara en el actual pueblo de Gualaceo, dato que no compartimos pues la recopilación de información que hemos realizado tanto en fuentes primarias como secundarias hemos dado con importantes datos.  Por ejemplo existen documentos en los que constan la indudable conexión entre el río y las varias lagunas, que aun teniendo cada una su nombre propio se conjuntan en los documentos bajo la común denominación de las lagunas de Santa Bárbara, a “más de 50 leguas de Quito… once leguas de la ciudad de Cuenca” -entiéndase donde luego, en 1557, fundaron esta ciudad- y sólo “cuatro del pueblo de Cice” (Archivo General de Indias (A.G.I.). Sección Quito, legajo 86 (6 de Mayo de 1536); “el río de Santa Bárbara hizo aquestas lagunas” dice expresamente en su presentación este último documento y en 1639 se justifica el desagüe de las lagunas porque “en el mismo río de Santa Varvara está labrando un aventadero de oro” (Archivo General de Indias (A.G.I.). Sección Quito, legajo 86 (6 de Mayo de 1536). Por otro lado en los libros del Cabildo de Quito se habla de cuadrillas dedicadas a “coger” oro en las minas de Zangorima (Santa Bárbara) desde principios de 1539. “Doce leguas de este pueblo de Cuenca está el río que llaman Santa Bárbara –al norte de la cordillera de Matanga– donde todos los más vecinos de esta ciudad –Quito– echaban cuadrillas de indios a sacar oro, y lo sacaron algunos años” (Octavio Cordero Palacios En: Monografía del Azuay, Por Luis F. Mora y Arquímedes Landázuri, 1926).
Se dice también que “…los oficiales de la real hacienda informaron que en este pueblo –de cuenca– ha habido antes de agora minas de oro bajo, sobre plata, y de azogue, y al presente no se siguen por causa de los naturales, que no se les da para la labor de ella. Doce leguas de este pueblo de Cuenca está el río que llaman Santa Bárbara –al norte de la cordillera de Matanga– donde todos los más vecinos de esta ciudad –Quito– echaban cuadrillas de indios a sacar oro, y lo sacaron algunos años y en el cuarenta y cuatro –trece antes de fundarse Cuenca– se sacaron trescientos y tantos mil pesos, con diez y ocho ó veinte cuadrillas” (Octavio Cordero Palacios En: Monografía del Azuay, Por Luis F. Mora y Arquímedes Landázuri, 1926).  
En la obra RELACIONES GEOGRAFICAS DE INDIAS en el capítulo “Relaciones que se envió a mandar su magestad se hiciese desde la ciudad de Cuenca y de toda su provincia” se lee: “…otro pueblo de la mesma doctrina tres leguas de allí, puesto en el mirando hacia el Norte, a la mano izquierda; está en una ladera; lláman CICCE; tierra fresca, más fría que caliente. Pasa el río Santa Bárbola por el pie de la ladera en donde está el pueblo; río de donde se ha sacado gran cantidad de oro” (Relación Geográfica de Gualaxio o Gualaceo escrita por Antonio Bello Galloso en 1582).
Con este extracto de información, de la investigación histórica que estamos realizando sobre las minas de Santa Bárbara a inicios de la colonia queremos dejar claro que dichas minas no fueron asentadas en el pueblo de Gualaceo como lo manifiestan algunos investigadores y que más bien fue la zona de Sígsig el lugar en donde se establecieron para la extracción de dicho metal.    
Las minas de Santa Bárbara fueron muy importantes, pero a pesar de todo muchos sigseños desconocemos todo el contexto histórico, social y económico que estas reflejaron como por ejemplo sumando toda la cantidad de oro que se extrajo del río Santa Bárbara, se dice se sacó más de 400 mil pesos de oro, lo que significaría en el 2013, alrededor de USD 90,5 millones, es así que nos hemos planteado realizar una investigación histórica en torno a las Minas de Santa Bárbara a inicios de la colonia en el que se trate de sacar a la luz algunos temas como la conformación de un pueblo ¿en dónde fue en realidad el primer asentamiento? ¿Fue puebloviejo el primer poblado colonial en esta zona como lo menciona el investigador Segarra? ¿Cuáles fueron los impactos que tuvieron los pueblos indígenas?, entre otras preguntas.  

8/13/2013

El legado precolombino del pueblo de Sígsig


Es el título que lleva la investigación que nos ha tomado alrededor de tres años, prácticamente está ya terminada y en su proceso de revisión final, esperemos que algún momento logremos plasmar en un libro. La verdad fue y es un desafío escribir la historia de un pueblo; y lo es aún más cuando se pretende resumir en pocas páginas diez mil años de recorrido del ser humano por estas tierras llamadas Sígsig, pues se sabe que este territorio tiene una evolución histórica prehispánica que comprende desde la llegada de los primeros grupos humanos hace 8000 aC., y la conquista española, a principios del siglo XVI.
En la investigación iniciamos el recorrido de nuestra historia, conociendo el primer asentamiento humano de cazadores-recolectores que se emplazaron en el Abrigo Rocoso de Chobshi, los mismos que perseguían a su presa abriéndose paso entre las hierbas exuberantes que en ese entonces cubrían los valles andinos; en fin conoceremos su refugio, sus técnicas de caza, materiales para fabricar sus herramientas y su forma de vida.
En el curso de varios milenios por la búsqueda de alimentación más variada, las sociedades humanas fueron aprendiendo a domesticar a los animales y a las plantas, y a utilizar productos de los diversos pisos ecológicos, el cual dio inicio a un nuevo espacio conocido con el nombre de Periodo Formativo, claro que éste en Sígsig todavía es un misterio por la falta de investigaciones arqueológicas, sin embargo hemos pretendido realizar algunos acercamientos a tan importante periodo.
Posteriormente éstos pueblos se relacionaron con otros grupos humanos y dieron paso al Periodo de Desarrollo Regional e Integración, aportando así un nuevo elemento que fortaleció aún más la presencia de los seres humanos en etas tierras y fue el entendimiento de grupos familiares (comunitarios) que se unían alrededor de parcelas para trabajar y aprovechar mancomunadamente las cosechas. Igualmente, los llevó a construir sus propias viviendas y a la aparición de la unidad familiar, originando una organización social muy bien definida en lo cultural, económico y político.
Es importante anotar que en este trabajo básicamente nos referiremos a estos dos periodos de manera conjunta, ya que en el territorio de Sígsig, pasado el periodo Formativo surge un nuevo estilo alfarero conocido como Tacalzhapa, la misma que abarca un largo estadio de tiempo (500 aC-1100/1200 dC.), luego no referimos a la cultura kañari quienes ocuparon un inmenso territorio en el cual se afianzaron libres y valerosos, sujetos a las condiciones del medio geográfico y en donde se dedicaron a construir su organización social y a desarrollar sofisticadas técnicas de orfebrería las mismas que plasmamos por medio de fotografías en este estudio.
En otro apartado describiremos la cultura Inka pero a manera de introducción, pues no podemos profundizar en el tema ya que no nos han dejado ningunos vestigios directos visibles, salvo algunos referencias que narra Montesinos en la cual menciona que por los años 1460-1470 dC. (aprox.), los kañaris fueron “conquistados” por los Inkas y es precisamente donde menciona al kuraka Duma, calificado por Guillermo Segarra como el “primer defensor de la integridad ecuatoriana”.
En esta larga línea de ocupación, las diferentes culturas, fueron recorriendo el territorio por varias direcciones –norte, sur, este y oeste– que los llevó a mezclarse entre sí y a conformar las numerosas etnias que constituyeron conjuntamente con sus costumbres, creencias y trabajo un sistema de vida arraigada a la tierra cuyo producto y usufructo hizo crecer a estos pueblos dándole carácter social a su existencia y una connotación de pertenencia de la tierra que cultivaban y en la cual vivían. Pensamos que en ninguna otra parte del territorio ecuatoriano se puede hablar de una línea ocupacional en el tiempo, como es el caso de Sígsig, el mismo que está impregnado de historia pues el espíritu por lejos que se vaya en el pasado, nunca tendrá que desprenderse de su fondo humano.  
El propósito de ésta obra, claro si algún rato se llega a editar es llegar a los lectores con una ayuda pedagógica y de información sin pretensiones eruditas, pero con la expresa intención de que se constituya en referencia de conocimientos ya adquiridos o enfoque general disponible a la mano, que tiene forzosamente que ser profundizado y complementado. Seguramente no será el boom editorial, pero creo que contribuirá significativamente a conocer nuestro pasado, y eso es bastante, cuando pese al gran desarrollo de la ciencia y la tecnología, frecuentemente no sabemos quiénes somos.  
En fin, pienso que no agradaré a algunos por los planteamientos que se realizan, pero me conformo en contribuir con algo de nuestra rica historia y aumentar inquietudes al amigo lector.