4/16/2013

LA PILA DEL PARQUE CENTRAL “Un espacio de cohesión social”





El ser humano como ser social y cultural modifica su medio natural, construyendo bienes materiales concretos. Estas expresiones adquieren un sentido completo sólo cuando, más allá del objeto en sí, se  revela su valor subyacente. Al mismo tiempo el ser humano construye otro tipo de manifestaciones a las que les otorga una significación particular, que expresan en una forma preferentemente inmaterial. Estos bienes son marcadores de una identidad enraizada en el pasado, actualizada en el presente y reinterpretada  por las sucesivas generaciones, que tienen que ver con saberes cotidianos, prácticas familiares, entramados sociales. 
En este contexto en el parque central de Sígsig existen varios elementos con una riqueza histórica invaluable y que nos identifican de los demás cantones; entre ellos por ejemplo tenemos el bulto en honor al kuraka Duma y la Pila, ésta última olvidada por algunos, pero para otros constituye un espacio de cohesión social pues presenta un grado de consenso entre los miembros de un grupo social.

En este espacio es común ver todos los días a niños jugando en torno a la Pila, y, a mujeres mojar la plantilla de su sombrero de paja toquilla –hoy reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad–.   
Sin embargo a pesar de ser un espacio de gran valor, desconocemos desde cuando reposa en el Parque Central, sin embargo en un artículo publicado por uno de los hijos del señor Salvador Pesántez (+), en la revista de las Jornadas Deportivas del 2002, nos da a conocer algunos datos históricos de la Pila del Parque Central. Al respecto escribe:
“De las canteras cercanas de Cuenca y construida por artistas de esta ciudad, la pila fue construida en el año de 1909 y puesta al servicio del cantón en 1914, cuando Gobernador del Azuay José Peralta, Jefe Político David Vélez y Comisario Nacional Carlos Pesántez: trío de autoridades a las que debemos reconocimiento, ya que lucharon con denuedo y triunfaron contra la turbamulta de enfurecidos indios que en constante levantamiento derribaron el cause del progreso del cantón, provocando huelgas y entrando a la población para cometer atroz mortalidad en las personas de las autoridades y moradores del centro cantonal.  
El Sr. Gobernador puso a órdenes  del Sr. Comisario un piquete de tropa que por cuatro ocasiones vino en ayuda y defensa de la población; ejercieron medidas muy duras y aprehendieron a los cabecillas obligándoles a trabajar en la acequia que bordeaba la pila y las calles. A las mujeres revoltosas les obligaron a que marchen alrededor de la plaza gritando ¡viva la pila!. Ellas, efectivamente gritaban ¡viva la Pilis Pila! Después de afrontar y sofocar el señor comisario por largo tiempo obstáculos de orden material y moral, advino al fin el galardón del triunfo, y, en un fausto día de Abril, ante el asombro y alegría de todos, saltó límpida y hermosa por el surtir de la pila el agua purificada desde la Diosa Ayllon.
En honor al meritorio trabajo, haciendo justicia  ya que el Comisario sufrió como el que mas los desafueros de los indígenas resolvieron llamarle pila “Carlos Pesántez”. Cuando estuvo por escribirse este nombre, sugirió un advenedizo pidiendo se escriba el apellido Vega, en honor a la familia cuencana acantonada en Sígsig, o de Vélez en honor al Jefe Político. Ante estas propuestas, la masa popular exaltada profirió la frase quichua “NI CAN NI ÑUCA”. Regaron el balde de pintura y quedó sin nombre, hasta la fecha”.
Por su valor histórico-cultural y por la cohesión social que representa la Pila del Parque Central, esta forma parte de nuestro Patrimonio Cultural. 
A continuación te dejo con algunas fotografias de antaño que se refieren a la pila del parque central, las mismas que son de propiedad del señor Raúl Cobos.