11/20/2012

PUENTE DE JERUSALÉN O “JASHACAY”


La fecha de construcción no se sabe con exactitud, según Guillermo Ortega fue ejecutado aproximadamente en el año de 1883 bajo la dirección del francés Nicolás Venner quien vino a estas tierras para cumplir con faenas de este tipo. (Ortega Guillermo. “Sígsig de la historia a la esperanza” Pág. 185)
El propósito de esta construcción fue para comunicar la carretera que unía el centro poblado, prolongación de la calle Vega Muñoz, el mismo que bajaba hasta el río y pasaba éste, subía a la loma de Narig y seguía hacia San Bartolomé, Dizha, Santa Ana, El Valle y Cuenca.
Para la construcción del puente según cuentan algunos se hacían mingas ya sea para el transporte de la madera, piedra u otros materiales; como es típico la “Fuercita” no se hacía esperar la misma que venía continuamente. Los gritos de euforia que daban valor para levantar esos pesados palos se escuchaban todos los días. Un día cuando se aprestaban a erigir el muro central el cual servía como apoyo del puente, ya en el armado únicamente faltaba el relleno, entonces el ingeniero francés mandó a llamar a un muchacho campesino para sepultarlo pero los mingados dijeron que mejor se traiga a Juan Chico, pero al final se decidieron por Don Pulla el cual estaba ya chumadito, entonces arrojaron hacia abajo del muro a Don Pulla y lo cubrieron de piedra, arena y otras cosas más, el pobre hombrecito aún con vida, gritaba angustiado pidiendo que lo saquen, pero nada se pudo hacer en defensa de aquella sacrificada ofrenda. -Quizá fue enterrado con intensiones mágicas pues así se esperaba que la edificación tenga duración y solidez-.  
Se dice que todas las noches a partir de las doce se escucha lamentos y en ocasiones se ve a un campesino parado en el puente esperando que alguien llegue para acompañarle a cruzar. Es Don Pulla dicen algunos, el guardián y centinela del puente que no permite que nada malo le pase a este puente.
El protegió de la terrible crecida del río Santa Bárbara en 1926 el cual llevó todo cuanto encontraba a su pasa solo dejando de pie a este su puente.
Esta es otra historia contada por los abuelos, la misma que nos permite seguir alimentando nuestro patrimonio.     

11/16/2012

LAS JOYAS DE LA VIRGEN MARÍA AUXILIADORA

“Patrimonio Cultural de los Sigseños”
Foto Hugo Astudillo

Con la llegada de los salesianos y el posterior arribo de las reverendas madres “Hijas de  María Auxiliadora” la fe en la virgen María Auxiliadora se enraizó tanto en los sigseños que las romerías y priostazgos se fueron matizando.
De esta sensación afectuosa que transmite la virgen a sus fieles y con el entusiasmo de los padres Salesianos, surgió la idea de ceñir sus sienes con una corona. Esta gran iniciativa cundió por todo los corazones nobles y generosos y afloró un efervescente deseo de brindar la ayuda que fuese necesario con tal de ver coronada a su madre y reina de todos los tiempos.
Para este fin, se formó un comité llamado “Pro-coronación”, precedido por los señores: Vicente Pesántez, Levino Arévalo, Miguel Pacheco, Rafael León, Pompilio Reinoso y Manuel Bermeo. La labor de este comité fue muy ardua ya que debieron emprender la recaudación de fondos para la obtención de la cantidad necesaria de oro que llevaría la corona.
Todas las parroquias, conociendo esta noble finalidad se integraron rápidamente formando sub-comités para las recaudaciones necesarias. Además, los sigseños residentes en otros puntos del Ecuador contribuyeron en buena medida para ver cumplir este sueño.
En el sector rural las familias colaboraron entregando a más de dinero, productos comestibles y animales los mismos que se ponían en remate los días domingos y el dinero recaudado se enviaba al comité central.
Por otro lado en el centro cantonal, el comité salía con la imagen de la virgen a visitar los hogares de cada una de las familias pidiendo un donativo. Aquí muchas de las personas se desprendían generosamente de sus recuerdos más preciados, como anillos de compromiso, aretes, cadenas de oro, en fin anhelando que la corona lleve parte de su herencia. Poco a poco y con la contribución generosa de los sigseños el sueño de todo un pueblo se iba consagrando.
Posteriormente luego de una ardua y exigente labor el comité convocó a un concurso para la elaboración de la corona, joyeros de Cuenca, Chordeleg, Sígsig acudieron a este llamado presentando sus diseños y formas de trabajo; luego de un exhaustivo análisis por parte del comité “Pro-coronación” se dictaminó que el ganador indiscutible era el señor Miguel Ramos ya que sus esquemas y dibujos fueron originales, constituyendo un modelo inédito hasta entonces.
Formalmente autorizado, don Miguel emprendió esta labor en su pequeño taller ubicado en las calles Vega Muñoz y Corral (Esquina).

                                Señor Miguel Ramos en la confeccion de la corono de la VIrgen
                                                     Foto: Cortesia de Jorge Ramos

La confección de esta verdadera obra de arte significó un trabajo de seis meses aproximadamente ya que fue burilada a mano, en oro de 18 kilates, con un peso total de tres libras. Por supuesto no podía faltar un cetro para la reina y una corona para su hijo que reposa sobre el brazo izquierdo, los mismos que fueron trabajados conjuntamente y de igual calidad que la anterior.
La corona se compone de seis partes desarmables sujetadas con tornillos de oro, su contorno es bastante modelado y acompañado de piedras preciosas ¡zafiro, rubí y perlas finas! Siete son las estrellas que rodean a una paloma con las alas desplegadas que irradia sobre personajes celestiales en alto relieve y en su parte inferior existe un semicírculo en cuyo interior se encuentra presente la iglesia de Tudul.

                                                                Foto: Raul Cobos

La virgen María Auxiliadora o como lo llaman cariñosamente los Sigseños “la Churona de Tudul”, fue coronada el 24 de Mayo de 1963 por el padre salesiano José María Aguirre en el Santuario de Tudul congregando a unas 6000 personas aproximadamente y contando con la presencia de 50 sacerdotes salesianos y el Monseñor de Méndez y Gualaquiza José Pintado delegado del nuncio Alfredo Brumeira. Acto religioso que quedó impregnado en el espíritu de todos los sigseños y que muchos guardan en su recuerdo. 

                                                                Foto: Raul Cobos

El vicario de ese entonces padre Humberto Esquivel, expresaba con vehemencia este anhelo de los sigseños: “Están señora mía, pendientes, zarcillos de madres muertas que sus hijos guardan como reliquias: Los hijos, los viudos han querido dártelos, porque mejor guardados estarán en la corona de tu frente que sobre el corazón de ellos…” (Extracto tomado del Lcdo. Guillermo Ortega P. “La Auxiliadora de Tudul” En: Boletín Alcacay, # 3, Año 2000.) 
Además de este importante acto es importante señalar que el comité “Pro-coronación” se preocupó por establecer un himno a María Auxiliadora, el cual fue escrito por el profesor  Miguel Pacheco cuya música fue compuesta por el padre Carlos Hallon.

                                                                 Foto: Raul Cobos

La relación indiscutible que tienen los sigseños con esta joya que es ya parte de nuestro patrimonio es irrefutable, pues en ella están puestas las peticiones, anhelos y sobre todo la confianza. Razón por la cual es justo pedir o solicitar a las personas que les compete es decir a las Madres Salesianas un espacio adecuado para la respectiva puesta en valor de estas joyas y por supuesto de otros objetos religiosos que están bajo la custodia de las antemencionadas. Pensar en un museo religioso es necesario. Recordemos que todas y todos tenemos derecho a conocer y disfrutar nuestro patrimonio.    

11/15/2012

CHASQUIS DEL RIO CENEPA


Una historia olvidada
Fresco y latente está, en la conciencia del pueblo ecuatoriano, el desgarrón territorial perpetuado a la integridad de nuestro territorio, al imponernos, con la venia de las naciones de América el funesto Tratado de Río de Janeiro, suscrito el 29 de enero de 1942 que dejó reducida la superficie del Ecuador a 270.670 km2 a favor del Perú.
El Art. VIII del mencionado tratado, en el  numeral 1 del inciso “B”, al referirse a los limites por el Oriente dice: “ De la quebrada de San Francisco al divortium aquarum (límites de aguas) entre el río Zamora y el río Santiago, hasta la confluencia del río Santiago en el Yaupi”.
Al momento de demarcar y colocar los hitos en los puntos señalados en el Protocolo de Río, los comisionados de las partes tuvieron dudas de la existencia de dicho “divisor de las aguas” entre los ríos  Zamora y Santiago, dudas que fueron clarificadas cuando, en  1947, el mayor Sampedro descubrió la existencia de un río caudaloso, navegable que corre de Norte a Sur entre Zamora y el Santiago, al Este de la Cordillera del Cóndor, a quién lo bautizó con el nombre de CENEPA. Este descubrimiento dejó sin efecto la validez jurídica del Protocolo de Río.
Con las revelaciones hechas por el mayor Francisco Sampedro, por medio de la prensa y después de los vuelos de reconocimiento de la Cordillera del Cóndor, el País empiezó a tener conciencia de la existencia del río Cenepa.
En 1952, tres militares ecuatorianos entre ellos el Sr. Miguel León, ciudadano meritorio de Gualaquiza (+), por orden superior, llegaron al río Cenepa a través de Gualaquiza, después de dominar por vez primera la Cordillera del Cóndor.
A esta expedición siguieron otras y otras; el nombre de Cenepa iba calando hondo en la conciencia de los gualaquisences. En 1955, los habitantes de Gualaquiza se habían organizado y conformado una nueva expedición para visitar el, “querido y abandonado” río Cenepa. La expedición encontró en el Cenepa pruebas irrefutables de lo que todo el mundo sospechaba en Gualaquiza: las tropas peruanas había empezado a incursionar peligrosamente en la zona. Cartuchos de fusil, cajas de cigarrillos, envases de conservas peruanas, estaban dispersos en la zona. Con estas pruebas, las municipalidades de Gualaquiza y Sígsig enviaron una comisión a la ciudad de Quito para alertar al Gobierno nacional sobre la situación que había empezado a vivirse en la frontera. El propósito de la Comisión no era la guerra, sino la paz y el desarrollo, la construcción de la carretera Sígsig-Gualaquiza-Cenepa. La iniciativa tuvo eco ante el presidente Camilo Ponce, pero no ante el status quo, por lo que en poco tiempo se olvidó el tema.
En 1960, tan pronto el Dr. Velasco Ibarra asumió la Presidencia de la República en su Cuarta Administración, declaró la nulidad del  Protocolo de Río de Janeiro por inejecutable y estableció que a nivel nacional se celebre la llamada SEMANA AMAZÓNICA que culminaría el  12 de Febrero aniversario del descubrimiento del Río Amazonas.
En 1961 con motivo de la celebración de la semana Amazónica, Gualaquiza participó con un número como símbolo de soberanía nacional que llamó la atención de todo un país. Un cántaro con agua del río Cenepa seria llevado mediante el sistema de chasquis desde el río Cenepa, pasando Tundaymi, Las Peñas, Bomboiza, Gualaquiza, Sígsig, Cuenca y finalmente Quito para ser entregado al presidente de la República Velasco Ibarra en respaldo al pronunciamiento de la nulidad del Protocolo del Río, y en exigencia patriótica, por la construcción de la vía carrozable SIGSIG-CHIGUINDA-GUALAQUIZA-CENEPA, obra iniciada en 1958, como medio idóneo de defensa de nuestros derechos territoriales.
Los shuaras y elementos militares acantonados en Gualaquiza, distribuidos desde el río Cenepa, entregaron  el recipiente con las aguas del río nombrado en la margen izquierda del río Bomboiza, a los hombres, mujeres y niños de la parroquia Mercedes Molina  para pasarlo a los de Gualaquiza el 10 de febrero casi a media noche, siendo su potador el jefe del destacamento militar teniente Jaime Játiva, allí los moradores del pueblo ubicados en las calles entonaron las sagradas notas del himno Nacional y en medio de lágrimas y llanto alentaron a los portadores para que cumplieran el objetivo planteado. Posteriormente el cantaro fue entregado a los habitantes de las parroquias el Rosario, Chiguinda y Bermejos, para, a su vez, entregarlo, en el limite provincial con el Azuay, a los jóvenes del Sígsig comandados por el Dr. Guillermo Canizares, que desempeñaba las funciones de Presidente de Liga Deportiva Cantonal. El recibimiento que el Sígsig brindó  a las aguas del Cenepa, fue por demás emocionante.
Grito de euforia, vivas a Gualaquiza y al Cenepa, lagrimas de emoción confundidas con las  notas del Himno Nacional, fueron las manifestaciones de civismo de los hijos del hermano Cantón, con las que saludaron a las aguas de un río que, por decisión fatal de la historia, ya no esta en poder ecuatoriano.
Fueron los Estudiantes del Colegio Benigno Malo los encargados de transportar el recipiente desde el sector “El Descanso” hasta el Parque Abdón Calderón de la ciudad, donde las Autoridades  y el pueblo cuencano recibieron las aguas del río Cenepa, con las notas vibrantes de la Canción Patria.
El cantaro portando las aguas del río Cenepa despues de 15 dias y pasando por las diferentes localidades, el 12 de febrero de 1961, llegó a la capital de la República en donde aproximadamente unas 50 mil personas se consentraron en el estadio Atahualpa para ser testigos de ese histórico acto de entrega-recepción por parte de los delegados al presidente José María Velasco Ibarra quien se había pronunciado por la invalides del protocolo, emocionado el presidente recibió ese símbolo de soberanía Nacional.  
Esta es una historia más que a ti amigo lector te la compartó con el fin de que valores nuestras raices, fortalescamos nuestros lazos con nuestro hermano cantón de Gualaquiza y sembremos más nuestro amor por la pequeña patria que nos vio nacer.   

11/04/2012

Iglesia Matriz San Sebastián


Se encuentra ubicada en la Loma de San Marcos frente al Parque central “anteriormente conocido como Tres de noviembre” Según la leyenda este templo se construyó en donde fue vista la imagen de San Sebastián.



El primer templo según algunos datos fue obra de los religiosos franciscanos, siendo este pequeño, con paredes de adobe y cubierta de teja, en cuyo interior solamente existía tres imágenes entre la que se figuraba la del patrono “San Sebastián.” Con el pasar del tiempo este templo ha ido sufriendo algunos cambios ya sea parcial o total.



Para las primeras décadas del siglo XX durante la administración del Excmo. Sr. Dr. Daniel Hermida se realizó la reconstrucción y pintado de dos torres, se ha cambiado de púlpito y se ha incorporado una nueva custodia artística de plata y una instalación eléctrica más apropiada.    

 
Por los años cincuenta del siglo pasado se inició la construcción de un nuevo templo; una interesante joya arquitectónica. Cuyos materiales empleados para su construcción fueron la madera, cal y ladrillo. Constaba de tres cúpulas y con características semejantes a la actual catedral de Cuenca pero mejorada en su parte frontal, siguiendo el estilo Romano-Bizantino, tal es el uso del arco de medio punto en sus puertas y ventanales, la presencia del crucero que da origen a la planta de cruz latina y a la formación de dos naves laterales, también en su interior daba paso a la formación de la bóveda de medio cañón, su cúpula principal se encontraba ubicada en el lugar del crucero la cual estaba asentada sobre un cimborio circular sobre el cual se levantaba imponente con su estructura de arco de medio punto, sus columnas estriadas y capiteles corintios, jónicos y dóricos. Para complementar la armonía se encontraba presente el rosetón. En la nave central se hallaba un retablo, la mesa eucarística o de sacrificio confeccionada de madera muy fina y por último el ambón construido de madera y ubicado en la parte derecha de la nave central. En las dos naves laterales estaban colocadas las imágenes de otros santos, cuadros correspondientes al vía crucis  y dos confesonarios pequeños.

 
Los planos de esta obra de arte arquitectónico-religioso fueron elaborados por el señor Miguel Segarra y bajo la dirección del doctor Humberto Esquivel Bermeo se dio inicio por el año de 1949 la construcción de la monumental iglesia.
El doctor Antonio Guzmán Villagómez al producirse el cambio de la autoridad eclesiástica tomo la riendas para continuar la construcción dejada por su colega. El 10 de julio de 1971 fuertes movimientos tectónicos se sintieron en todo el sur del país, afectando a la iglesia que estaba a punto de terminarse, dejándolo parte de ella en escombros. Esto provocó una terrible depresión moral al doctor Guzmán por lo cual se produjo un nuevo cambio de sacerdotes.          
Bajo la dirección del Padre Luis Rodríguez, quien remplazó al sacerdote Guzmán se emprendió la demolición de la mayor parte de la Iglesia que había quedado en pie producto de la furia de la naturaleza.
La tercera iglesia existente en la actualidad es una construcción moderna diseñada por el Ing. Rómulo Márquez, consta de un solo bloque grande y largo. La parte frontal consta de un atrio y tiene una altura de 30 metros, en la que reposa una cruz en la parte alta. Su interior está conformado de una sola nave en cuyo fondo se encuentra el altar y la imagen de Cristo en el centro, San José en la parte derecha y la Santísima Virgen en la parte izquierda.
En las paredes laterales podemos encontrar vitriales de motivo del vía crucis y las esculturas de San Sebastián, San Marcos y el señor Cautivo y en la parte derecha dos confesionarios

Fotografias: Don raul Cobos

Santuario de Tudul


Se empezó a construir en el año de 1903 con la llegada de las primeras misiones salesianas a nuestro Cantón, conformada por los padres; Florencio Sáenz, Francisco Mattana y Joaquín Espinelli.  

La iglesia está construida sobre la loma de Tudul, inicialmente  los materiales utilizados para su edificación fueron la piedra labrada empleada en la parte frontal, la que se conserva en la actualidad y el adobe utilizado en el cuerpo del templo. En primera instancia antes de su remodelación la parte frontal fue enlucida con cal, el mismo que consta de tres pisos y con una arquitectura sui-géneris que reunía características múltiples, con una fachada llena de ventanas ojivales.



El cuerpo del santuario fue construido en su totalidad con adobe, enlucido con ceraturo y pintado de color blanco hueso. Estaba constituido de tres paredes; dos laterales y una al fondo con un espesor de de 1,20 metros cada una. El interior del templo constaba de tres naves; una central y dos laterales. 


Al fondo de la nave central se encontraba ubicado el altar mayor construido por hábiles artesanos en madera recubierto por  pan de oro, allí en el centro se localizaba la imagen de María Auxiliadora, frente al altar se disponía la mesa de sacrificio la cual estaba construida de madera, al lado derecho de esta mesa se situaba el ambón de 1.30 metros de altura de igual manera trabajado en madera. En las naves laterales (izquierda y derecha) se localizaban cuadros correspondientes al viacrucis, un confesionario a cada lado y la sacristía en la nave izquierda.


En la actualidad posee una sola torre coronada con una cruz símbolo del cristianismo. El primer piso viene a constituir el atrio y la puerta principal tallada en madera con episodios del evangelio, en el segundo piso podemos encontrar tres ventanas una a cada lado y dos escudos, al lado derecho el del Ecuador y al lado izquierdo del Vaticano, en el tercer piso se localizan cuatro relojes de gran tamaño ubicados uno a cada costado, sobre este piso reposa la cúpula, cuya parte exterior es cubierta con azulejos y en la parte superior de ésta, se localiza un objeto redondo, el cual representa el globo terráqueo y sobre este una cruz.
En 1983 se inicia la remodelación del templo por iniciativa del Padre Luis Rodríguez y la madre Leonor Arroyabe bajo la dirección del arquitecto Orlando Pesántez.
La remodelación de la parte frontal fue superficial ya que se llevó a cabo solamente la retirada del enlucido dejando la piedra vista sobre la cual se pasó una capa de barniz. Mientras que el cuerpo del santuario fue cambiado en su totalidad, las paredes de adobe y el techo fueron reemplazados por materiales modernos como el hormigón y el árdex.
Las tres naves existentes en la primera edificación desaparecieron para dar paso a una sola, el mismo que consta de un retablo sencillo, mesa de sacrificio el cual está elaborado de piedra tallada de dos metros de largo por uno de alto y cubierto de lienzo blanco, el ambón está ubicado al lado derecho de la mesa de sacrificio, construido de piedra con una altura de 1.30 metros.
En la parte central del retablo se encuentra la escultura de María Auxiliadora, al lado izquierdo se localiza la imagen de Cristo suspendido por una especie de alambres y en la parte derecha está el sagrario (Eucaristía).
En las paredes laterales se visualiza los cuadros correspondientes al vía crucis, en la parte derecha del mismo se encuentra la imagen de San Juan Bosco y hacia la izquierda la imagen de San José. Sobre la entrada principal se localiza el coro el mismo que en la actualidad ya no se ocupa.

Fotografias: Cortesía de Don Raul Cobos.