12/26/2023

DE LA TRAGEDIA SIGSEÑA AL MONOLOGO DE SÍGSIG

 Es ya conocido por todos los sigseños el "MONOLOGO DE SIGSIG" fabuloso obra literaria que involucra a todas las comunidades de Sígsig. Aparece por primera vez en la revista Fazayñan N° 3 de 1981 cuyo autor es Roberto Coronel con el titulo "TRAGEDIA SIGSEÑA"; Posteriormente, vuelve a aparecer en la revista Fazayñan N° 13 con el título de "MONOLOGO DE SIGSIG" con la autoría del profesor José Velez.


 “...Y fue en 1941, año en que la confrontación bélica entre Ecuador y Perú hacía notar sus estragos, cuando doña Jima, vecina de estas ambicionadas tierras, decide aceptar como esposo al supuesto valareso José de Raranga, a quien no le importaba el pasado de su prometida... Esta decisión no conocia el caballero BARTOLO, pretendiente decepcionado de JIMA, que de no ser aceptado, imaginaba consecuencias mortales, nacidas de su peligroso CELEL...
Posteriormente fue Don José Velez (+), quien con su picardia y don de contar cachos adapta este relato. A continuación me permita transcribir para ustedes lo que Pepe Velez (que en paz descanse) escribio, claro que con el permiso respectivos de toda su familia. 
”...Resulta que en el año de 1941 cuando no había luz-ciano la gente se alumbraba con Vélez. En aquel tiempo Don José de Raranga ha estado enamorado de la Srta. Jima, y don Bartolomé también enamorado de la Srta. Jima. Al saber esto Don José de Raranga se toma la delantera a esos lugares para pedir la mano de la Srta. Jima; los padres de esta al recibir la noticia aceptan gustosos esta proposición y fijan la fecha de la boda. Al día siguiente se dirige también don Bartolomé a tratar de pedir su mano y encontrándose le dice, oye Jima, “párame Boladel” y ella le contesta diciéndole “no me molestes porque ya ayer me comprometí con José Raranga”.
Pasa el tiempo y llega el día de la boda y los novios van a la iglesia a cumplir la ceremonia del santo matrimonio y en el transcurso de ésta, taita Curín les pregunta a los novios ¡saben la Piblia! Y los novios le contestan Sig-Sig, taita Curín después de un momento y cerca de terminar la ceremonia les da la bendición haciendo la señal de Cruzhún y les despide advirtiéndoles que en lo posterior no se pongan los Cachihuaicos porque se dé han ir al Infiernillos. Terminada la ceremonia salen los novios de la iglesia alegres y contentos y don Bartolomé viéndole a la señorita Jima bellísima, lleno de celos saca el Cuchil y le mete a don José en plena Panzha, por lo que este baja rodando Tudul, Tudul, Tudul, se levanta inmediatamente don José Raranga, coje un Palopamba y le pega a don Bartolo un palopambazo en plena Narig y comienza a estornudar Chobshi, Chobshi. Reacciona don Bartolo y le pega con la mano izquierda a don José un Pitagma, el mismo que viéndose herido finalmente saca un revólver y le dispara a don Bartolo, Belén saliendo vertiginosamente un Balín por lo que Don Bartolo queda tendido en el suelo. 
Acto seguido se dirigen los novios y los invitados a donde don Zhingate para llevar a cabo la recepción y a medida que iban llegando se observaba la comida preparándose en unas ollas asentadas sobre unas Tullupambas, luego de un momento, el novio invita a los asistentes que pasen a la Mesaloma a que se sirvan una carnecita de venado, un chaullafán y unos Gutunes abiertos en ese momento.   
Mientras se servían, la Sra. Mastola le dice a don Ludo, compadre Ludo Tasqui, Tasqui, un pedacito de cuy. Terminada la comilona todos los presentes van a disfrutar del baile amenizado por un grupo musical de aquel entonces y de rato en rato se acercaban al bar, a tomar unos huanchacas por lo que luego de un momento les comienza a hacer daño y comienzan a vomitar Güel, Güel, unos, y Guanglu,. Glanglu, otros. Y don Puchún que ha estado ahí entre los presentes, ha estado con la barriga hinchada, se dirige a un rinconcito y se pega un pedo Zhotorrrrrrrrr.
Mientras continuaba la fiesta ha habido unos atrasados que han sido la señora Rosas y don Ramón por bajar rápido dan un Malpaso y Zhimbrug, antes éste ha tenido Buenavista se para y acercándose a la Señora Rosas, ésta le dice ya ves quería decirte Sidcayes te has de ir a Rodeo. A medida que estos personajes avanzaban a la fiesta oyen unos perros que ladran Garau, Garau, y llegan a la fiesta muriéndose de frio y tiritando Chirirrrr y han visto a algunos invitados cansados durmiendo y roncando Rerón, Rerón y otro grupo oyendo unos cachitos que se a puesto a contar el cómico don Piruncay y oyendo los cachos y chistes los invitados se reían a Jacarcadas. Ya más o menos a las doce de la noche se ponen a repartir la torta y luego de esto los novios se dirigen a la alcoba nupcial para la luna de miel y don José de Raranga le dice a su esposa, mija Jima ya desvístete para hacer el Amorgeo y ella dándole gusto se desviste y se acuesta y don José, se sube sobre  la Sra. Jima, y le mete el Masopamba y como la señorita Jima ha sido Virgenpamba de puro dolor comienza a gritar Ayllón, Ayllón, y le dice a su esposa Callancay, Callancay, no hagas bulla porque han de oír los invitados. Al día siguiente ha sido el onomástico de Santopamba y continúa la fiesta al Sondeleg de la orquesta.
A los nueve meses la Sra. Jima da a luz a su primer hijo Don Pueblo Viejo, a los años siguientes tiene a los mellizos Huallil y Fazayñan, a los tres años tiene los mellizos Molón y Altarurcu y al cuarto año la Sra. Jima como ha sido tan fértil y fecunda da a luz a las mellizas Peñas Blancas.
Todos estos personajes expuestos en este monólogo se encuentran vivos y corresponden a los diversos sectores y parroquias del Cantón SIGSIG; por lo que a los que tienen la oportunidad de leerlo, los recomiendo visitarlos para que conozcan este Cantón, nominado como el Benjamín del Azuay, tierra que es un primor, sus mujeres son lindas y sus hombres de valor, que con sus minas de cobre y oro, es un tesoro y un patrimonio del Ecuador.       


12/15/2023

Así se vivía el año Viejo...

 

Cada 31 de diciembre, nuestro cantón se viste de fiesta para recibir el año que inicia en medio de  una serie de tradiciones que se repiten año tras año; Por esta fecha es ya normal escuchar por todos los lugares una canción que titula “El Año Viejo”, cuya letra dice así: “Yo no olvido al año viejo; porque me ha dejado cosas muy buenas: Me dejó una chiva, una burra negra, una yegua blanca y una buena suegra...”

Quemar muñecos elaborados por nosotros mismo es una tradición que presenta un fuerte contenido identitario en Sígsig. Si bien esta práctica no es exclusiva de este cantón, se la considera un lugar apropiado para fortalecer nuestros lazos sociales, porque en ésta fecha adquiere características y proporciones que la convierten en algo único.

Ésta celebración está motivada en la vida común del pueblo siendo el barrio la pequeña patria y las esquinas el lugar de encuentro y refugio de nuestras vidas; en donde los sigseños y no sigseños, niños, niñas jóvenes, adultos y adultos mayores se reúnen para armar muñecos de fin de año y quemarlos.

Días antes a la quema, se organiza, se divide las tareas, se elige el motivo y las características del muñeco que va a construir y finalmente se solicita una contribución a los vecinos y familiares para cubrir el costo de la elaboración.

Durante el día, se preparan el monigote de rigor, su apariencia semeja un descomunal cuerpo humano que cobra vida cuando la máscara es colocada formando su rostro. La creatividad de los que hacen los viejos dará pícaramente su parecido sin el ánimo de molestar a las personas involucradas; así se elaboran muñecos con la apariencia de figuras políticas, personajes públicos, amigos o familiares, es decir se representa al “personaje del año”.

Junto a la elaboración de los viejos algunos integrantes del grupo escriben el testamentos, que por lo general es la persona con mayor picardía y conocedor de todo lo acontecido, en el que, de manera cómica y satírica, describen qué le deja el "año viejo" a cada uno de los miembros presentes y qué le depara el próximo. Por lo general en el testamento sacan a la luz cruelmente las malas acciones cometidas por los integrantes de la jorga, club, barrio, etc.

Ya por la tarde del 31, una rústica tarima es montada en las puestas de las casas, calles o lugares tradicionales de nuestro pueblo como son: el barrio norte (esquina de la calle 16 de Abril y Bolívar), barrio sur (esquina de la Vega Muñoz y Corral), multicanchas, loma de San Marcos, parque central, sector de la tejería, entre otros., allí, entre risas, charlas, abrazos, bailes, música y alboroto por doquier, se espera el acontecimiento final.

Cerca de la medianoche, luego de que el público admirara la obra realizada, se da lectura del testamento meticulosamente elaborado, en este no hay límite; no hay compasión por quien recibe los dardos hirientes; no hay corte de justicia que juzgue a los infractores del perjurio. El pueblo, ahí soberano, tiene la última palabra y ríe las ocurrencias redactadas para finalmente en medio de la calle prender fuego al “Al Viejo”, el mismo que expira sin ritos religiosos que lo asistan a pasar a mejor vida, es quemado ante la presencia de familiares y amigos; unos saltan sobre él y lo golpean como forma de “castigo”. Pero finalmente, amigos/as, familiares, enamorados/as con un fuerte abrazo salido de esperanzados corazones se desea un “Feliz Año Nuevo”.

En torno a esta fecha -31 de diciembre- existen muchas creencias -nos comenta Don Rodolfo- Una de ellas es que la mujer debe recibir el año con unas medias, propiedad de un hombre con muchos años de casado, para atraer a su vida a un hombre estable para mantener una relación duradera. También las mujeres para atraer mucha prosperidad se deben de vestir con ropa interior amarilla, pues este color es símbolo de prosperidad, de igual manera si utilizan ropa interior roja les permitirá encontrar el amor ideal; mientras que si la ropa interior se usa al revés, se tendrá mucha ropa nueva y para asegurar viajes el año siguiente se debe de salir con una maleta justo a la media noche y dar por lo menos la vuelta a la manzana de donde vive. Otra creencia, esta vez involucrada con los alimentos, es que esa noche no puede faltar en la mesa, un plato de lentejas porque simbolizan la prosperidad y la abundancia, o a su vez se debe comer una uva con cada una de las últimas doce campanadas del año, esto permitirá que nuestros anhelos y aspiraciones se conviertan en realidad. Otra interesante creencia es sentarse y volverse a parar con cada una de las doce campanadas: para los que desean contraer matrimonio. Pero para atraer la prosperidad económica se debe colocar dinero dentro del zapato y llevarlo durante todo el 31 de diciembre, al día siguiente se guarda en la cartera pero este no se debe gastar durante todo el año.

Estas son algunas de las cábalas que la gente cree en fin de año, son tradiciones que a pesar del pasar del tiempo se mantienen vivas en nuestro imaginario y que además han beneficiado la herencia histórica de nuestro pueblo.

Es importante manifestar que la elaboración de los viejos se empezó a masificar y a cobrar importancia gracias a la iniciativa del club Siete Estrellas, en la actualidad es la municipalidad quien ha tomado las riendas para que esta tradición no desaparezca, pues se realizan concursos para premiar los mejores “viejos”.

La quema de muñecos en Sígsig, como práctica cultural de lo efímero, tiene sus diferencias con esas características más generales. Si bien surge de un grupo, (niños, jóvenes y adultos) se hace en un espacio público, se basa en la participación y se comparte con el vecindario pero también con los transeúntes ocasionales y visitantes que van a ver a los “Viejo”. Puede interpretarse que la quema de muñecos de fin de año comparte rasgos con rituales de sacrificio, ofrenda y purificación, aunque se halle desprovista de todo sentido religioso. La quema es –en todo caso– una expresión de la voluntad colectiva de terminar con lo malo del año y de manifestar la esperanza de que el Año Nuevo sea mejor.

 

10/31/2023

CHASQUIS DEL RIO CENEPA

 Una historia mas...

Fresco y latente está, en la conciencia del pueblo ecuatoriano, el desgarrón territorial perpetuado a la integridad de nuestro territorio, al imponernos, con la venia de las naciones de América el funesto Tratado de Río de Janeiro, suscrito el 29 de enero de 1942 que dejó reducida la superficie del Ecuador a 270.670 km2 a favor del Perú.
El Art. VIII del mencionado tratado, en el  numeral 1 del inciso “B”, al referirse a los limites por el Oriente dice: “ De la quebrada de San Francisco al divortium aquarum (límites de aguas) entre el río Zamora y el río Santiago, hasta la confluencia del río Santiago en el Yaupi”.

Al momento de demarcar y colocar los hitos en los puntos señalados en el Protocolo de Río, los comisionados de las partes tuvieron dudas de la existencia de dicho “divisor de las aguas” entre los ríos  Zamora y Santiago, dudas que fueron clarificadas cuando, en  1947, el mayor Sampedro descubrió la existencia de un río caudaloso, navegable que corre de Norte a Sur entre Zamora y el Santiago, al Este de la Cordillera del Cóndor, a quién lo bautizó con el nombre de CENEPA. Este descubrimiento dejó sin efecto la validez jurídica del Protocolo de Río.

Con las revelaciones hechas por el mayor Francisco Sampedro, por medio de la prensa y después de los vuelos de reconocimiento de la Cordillera del Cóndor, el País empiezó a tener conciencia de la existencia del río Cenepa.

En 1952, tres militares ecuatorianos entre ellos el Sr. Miguel León, ciudadano meritorio de Gualaquiza (+), por orden superior, llegaron al río Cenepa a través de Gualaquiza, después de dominar por vez primera la Cordillera del Cóndor.

A esta expedición siguieron otras y otras; el nombre de Cenepa iba calando hondo en la conciencia de los gualaquisences. En 1955, los habitantes de Gualaquiza se habían organizado y conformado una nueva expedición para visitar el, “querido y abandonado” río Cenepa. La expedición encontró en el Cenepa pruebas irrefutables de lo que todo el mundo sospechaba en Gualaquiza: las tropas peruanas había empezado a incursionar peligrosamente en la zona. Cartuchos de fusil, cajas de cigarrillos, envases de conservas peruanas, estaban dispersos en la zona. Con estas pruebas, las municipalidades de Gualaquiza y Sígsig enviaron una comisión a la ciudad de Quito para alertar al Gobierno nacional sobre la situación que había empezado a vivirse en la frontera. El propósito de la Comisión no era la guerra, sino la paz y el desarrollo, la construcción de la carretera Sígsig-Gualaquiza-Cenepa. La iniciativa tuvo eco ante el presidente Camilo Ponce, pero no ante el status quo, por lo que en poco tiempo se olvidó el tema.

En 1960, tan pronto el Dr. Velasco Ibarra asumió la Presidencia de la República en su Cuarta Administración, declaró la nulidad del  Protocolo de Río de Janeiro por inejecutable y estableció que a nivel nacional se celebre la llamada SEMANA AMAZÓNICA que culminaría el  12 de Febrero aniversario del descubrimiento del Río Amazonas.

En 1961 con motivo de la celebración de la semana Amazónica, Gualaquiza participó con un número como símbolo de soberanía nacional que llamó la atención de todo un país. Un cántaro con agua del río Cenepa seria llevado mediante el sistema de chasquis desde el río Cenepa, pasando Tundaymi, Las Peñas, Bomboiza, Gualaquiza, Sígsig, Cuenca y finalmente Quito para ser entregado al presidente de la República Velasco Ibarra en respaldo al pronunciamiento de la nulidad del Protocolo del Río, y en exigencia patriótica, por la construcción de la vía carrozable SIGSIG-CHIGUINDA-GUALAQUIZA-CENEPA, obra iniciada en 1958, como medio idóneo de defensa de nuestros derechos territoriales.

Los shuaras y elementos militares acantonados en Gualaquiza, distribuidos desde el río Cenepa, entregaron  el recipiente con las aguas del río nombrado en la margen izquierda del río Bomboiza, a los hombres, mujeres y niños de la parroquia Mercedes Molina  para pasarlo a los de Gualaquiza el 10 de febrero casi a media noche, siendo su potador el jefe del destacamento militar teniente Jaime Játiva, allí los moradores del pueblo ubicados en las calles entonaron las sagradas notas del himno Nacional y en medio de lágrimas y llanto alentaron a los portadores para que cumplieran el objetivo planteado. Posteriormente el cantaro fue entregado a los habitantes de las parroquias el Rosario, Chiguinda y Bermejos, para, a su vez, entregarlo, en el limite provincial con el Azuay, a los jóvenes del Sígsig comandados por el Dr. Guillermo Canizares, que desempeñaba las funciones de Presidente de Liga Deportiva Cantonal. El recibimiento que el Sígsig brindó  a las aguas del Cenepa, fue por demás emocionante.

Grito de euforia, vivas a Gualaquiza y al Cenepa, lagrimas de emoción confundidas con las  notas del Himno Nacional, fueron las manifestaciones de civismo de los hijos del hermano Cantón, con las que saludaron a las aguas de un río que, por decisión fatal de la historia, ya no esta en poder ecuatoriano.

Fueron los Estudiantes del Colegio Benigno Malo los encargados de transportar el recipiente desde el sector “El Descanso” hasta el Parque Abdón Calderón de la ciudad, donde las Autoridades  y el pueblo cuencano recibieron las aguas del río Cenepa, con las notas vibrantes de la Canción Patria.

El cantaro portando las aguas del río Cenepa despues de 15 dias y pasando por las diferentes localidades, el 12 de febrero de 1961, llegó a la capital de la República en donde aproximadamente unas 50 mil personas se consentraron en el estadio Atahualpa para ser testigos de ese histórico acto de entrega-recepción por parte de los delegados al presidente José María Velasco Ibarra, quien se había pronunciado por la invalides del protocolo, emocionado el presidente recibió ese símbolo de soberanía Nacional.  

Esta es una historia más que a ti amigo lector te la compartó con el fin de que valores nuestras raices, fortalescamos nuestros lazos con nuestro hermano cantón de Gualaquiza y sembremos más nuestro amor por la pequeña patria que nos vio nacer.   

Nota: recopilación