12/27/2012

YA LLEGA EL FIN DE AÑO


Cada 31 de diciembre, nuestro cantón se viste de fiesta para recibir el año que inicia en medio de  una serie de tradiciones que se repiten año tras año; Por esta fecha es ya normal escuchar por todos los lugares una canción que titula “El Año Viejo”, cuya letra dice: “Yo no olvido al año viejo; porque me ha dejado cosas muy buenas: Me dejó una chiva, una burra negra, una yegua blanca y una buena suegra...”
Quemar muñecos elaborados por nosotros mismo es una tradición que presenta un fuerte contenido identitario en Sígsig. Si bien esta práctica no es exclusiva de este cantón, se la considera un lugar apropiado para fortalecer nuestros lazos sociales, porque en ésta fecha adquiere características y proporciones que la convierten en algo único.
Ésta celebración está motivada en la vida común del pueblo siendo el barrio la pequeña patria y las esquinas el lugar de encuentro y refugio de nuestras vidas; en donde los sigseños y no sigseños, niños, niñas jóvenes, adultos y adultos mayores se reúnen para armar los monigotes de fin de año y quemarlos.
Días antes a la quema, se organiza, se divide las tareas, se elige el motivo y las características del muñeco que va a construir y finalmente se solicita una contribución a los vecinos y familiares para cubrir el costo de la elaboración.
Durante el día, se preparan el monigote de rigor, su apariencia semeja un descomunal cuerpo humano que cobra vida cuando la máscara es colocada formando su rostro. La creatividad de los que hacen los viejos dará pícaramente su parecido sin el ánimo de molestar a las personas involucradas; así se elaboran muñecos con la apariencia de figuras políticas, personajes públicos, amigos o familiares, es decir se representa al “personaje del año”.
Junto a la elaboración de los viejos algunos integrantes del grupo escriben el testamentos, que por lo general es la persona con mayor picardía y conocedor de todo lo acontecido, en el que, de manera cómica y satírica, describen que le deja el "año viejo" a cada uno de los miembros presentes y que le depara el próximo. Por lo general en el testamento sacan a la luz cruelmente las malas acciones cometidas por los integrantes de la jorga, club, barrio, entre otros.
Ya por la tarde del 31, una rústica tarima es montada en las puestas de las casas, calles o lugares tradicionales de nuestro pueblo como son: el barrio norte (esquina de la calle 16 de Abril y Bolívar), barrio sur (esquina de la Vega Muñoz y Corral), multicanchas, loma de San Marcos, parque central, sector de la tejería, entre otros., allí, entre risas, charlas, abrazos, bailes, música y alboroto por doquier, se espera el acontecimiento final.
Cerca de la medianoche, luego de que el público admirara la obra realizada, se da lectura del testamento meticulosamente elaborado, en este no hay límite; no hay compasión por quien recibe los dardos hirientes; no hay corte de justicia que juzgue a los infractores del perjurio. El pueblo, ahí soberano, tiene la última palabra y ríe las ocurrencias redactadas para finalmente en medio de la calle prender fuego al “Al Viejo”, el mismo que expira sin ritos religiosos que lo asistan a pasar a mejor vida, es quemado ante la presencia de familiares y amigos; unos saltan sobre él y lo golpean como forma de “castigo”. Pero finalmente, amigos, amigas, familiares, enamorados con un fuerte abrazo salido de esperanzados corazones se desea un “Feliz Año Nuevo”.
En torno a esta fecha -31 de diciembre- existen muchas creencias -nos comenta Don Rodolfo Prado - Una de ellas es que la mujer debe recibir el año con unas medias, propiedad de un hombre con muchos años de casado, para atraer a su vida a un hombre estable para mantener una relación duradera. También las mujeres para atraer mucha prosperidad se deben de vestir con ropa interior amarilla, pues este color es símbolo de prosperidad, de igual manera si utilizan ropa interior roja les permitirá encontrar el amor ideal; mientras que si la ropa interior se usa al revés, se tendrá mucha ropa nueva y para asegurar viajes el año siguiente se debe de salir con una maleta justo a la media noche y dar por lo menos la vuelta a la manzana de donde vive. Otra creencia, esta vez involucrada con los alimentos, es que esa noche no puede faltar en la mesa, un plato de lentejas porque simbolizan la prosperidad y la abundancia, o a su vez se debe comer una uva con cada una de las últimas doce campanadas del año, esto permitirá que nuestros anhelos y aspiraciones se conviertan en realidad. Otra interesante creencia es sentarse y volverse a parar con cada una de las doce campanadas: para los que desean contraer matrimonio. Pero para atraer la prosperidad económica se debe colocar dinero dentro del zapato y llevarlo durante todo el 31 de diciembre, al día siguiente se guarda en la cartera pero este no se debe gastar durante todo el año.
Estas son algunas de las cábalas que la gente cree en fin de año, son tradiciones que a pesar del pasar del tiempo se mantienen vivas en nuestro imaginario y que además han beneficiado la herencia histórica de nuestro pueblo.
Es importante manifestar que la elaboración de los viejos se empezó a masificar y a cobrar importancia gracias a la iniciativa del club Siete Estrellas, en la actualidad es la municipalidad quien ha tomado las riendas para que esta tradición no desaparezca, pues se realizan concursos para premiar los mejores “viejos”.
La quema de muñecos en Sígsig, como práctica cultural de lo efímero, tiene sus diferencias con esas características más generales. Si bien surge de un grupo, niños, jóvenes y adultos se hace en un espacio público, se basa en la participación y se comparte con el vecindario pero también con los transeúntes ocasionales y visitantes que van a ver a los “Viejo”. Puede interpretarse que la quema de muñecos de fin de año comparte rasgos con rituales de sacrificio, ofrenda y purificación, aunque se halle desprovista de todo sentido religioso. La quema es en todo caso una expresión de la voluntad colectiva de terminar con lo malo del año y de manifestar la esperanza de que el Año Nuevo sea mejor.

12/25/2012


Este es un video realizado por coterraneos sigseños rindiendo un justo homenaje a todas las toquilleras...  gracias a todos y todas....

12/19/2012

DE LA TRAGEDIA SIGSEÑA AL MONOLOGO DE SIGSIG


Es ya conocido por todos los sigseños el "MONOLOGO DE SIGSIG" fabuloso obra literaria que involucra a todas las comunidades de Sígsig. Aparece por primera vez en la revista Fazayñan N° 3 de 1981 cuyo autor es Roberto Coronel con el titulo "TRAGEDIA SIGSEÑA"; Posteriormente, vuelve a aparecer en la revista Fazayñan N° 13 con el título de "MONOLOGO DE SIGSIG" con la autoría del profesor José Velez.

 “...Y fue en 1941, año en que la confrontación bélica entre Ecuador y Perú hacía notar sus estragos, cuando doña Jima, vecina de estas ambicionadas tierras, decide aceptar como esposo al supuesto valareso José de Raranga, a quien no le importaba el pasado de su prometida... Esta decisión no conocia el caballero BARTOLO, pretendiente decepcionado de JIMA, que de no ser aceptado, imaginaba consecuencias mortales, nacidas de su peligroso CELEL...
Posteriormente fue Don José Velez (+), quien con su picardia y don de contar cachos adapta este relato. A continuación me permita transcribir para ustedes lo que Pepe Velez (que en paz descanse) escribio, claro que con el permiso respectivos de toda su familia. 
”...Resulta que en el año de 1941 cuando no había luz-ciano la gente se alumbraba con Vélez. En aquel tiempo Don José de Raranga ha estado enamorado de la Srta. Jima, y don Bartolomé también enamorado de la Srta. Jima. Al saber esto Don José de Raranga se toma la delantera a esos lugares para pedir la mano de la Srta. Jima; los padres de esta al recibir la noticia aceptan gustosos esta proposición y fijan la fecha de la boda. Al día siguiente se dirige también don Bartolomé a tratar de pedir su mano y encontrándose le dice, oye Jima, “párame Boladel” y ella le contesta diciéndole “no me molestes porque ya ayer me comprometí con José Raranga”.
Pasa el tiempo y llega el día de la boda y los novios van a la iglesia a cumplir la ceremonia del santo matrimonio y en el transcurso de ésta, taita Curín les pregunta a los novios ¡saben la Piblia! Y los novios le contestan Sig-Sig, taita Curín después de un momento y cerca de terminar la ceremonia les da la bendición haciendo la señal de Cruzhún y les despide advirtiéndoles que en lo posterior no se pongan los Cachihuaicos porque se dé han ir al Infiernillos. Terminada la ceremonia salen los novios de la iglesia alegres y contentos y don Bartolomé viéndole a la señorita Jima bellísima, lleno de celos saca el Cuchil y le mete a don José en plena Panzha, por lo que este baja rodando Tudul, Tudul, Tudul, se levanta inmediatamente don José Raranga, coje un Palopamba y le pega a don Bartolo un palopambazo en plena Narig y comienza a estornudar Chobshi, Chobshi. Reacciona don Bartolo y le pega con la mano izquierda a don José un Pitagma, el mismo que viéndose herido finalmente saca un revólver y le dispara a don Bartolo, Belén saliendo vertiginosamente un Balín por lo que Don Bartolo queda tendido en el suelo. 
Acto seguido se dirigen los novios y los invitados a donde don Zhingate para llevar a cabo la recepción y a medida que iban llegando se observaba la comida preparándose en unas ollas asentadas sobre unas Tullupambas, luego de un momento, el novio invita a los asistentes que pasen a la Mesaloma a que se sirvan una carnecita de venado, un chaullafán y unos Gutunes abiertos en ese momento.   
Mientras se servían, la Sra. Mastola le dice a don Ludo, compadre Ludo Tasqui, Tasqui, un pedacito de cuy. Terminada la comilona todos los presentes van a disfrutar del baile amenizado por un grupo musical de aquel entonces y de rato en rato se acercaban al bar, a tomar unos huanchacas por lo que luego de un momento les comienza a hacer daño y comienzan a vomitar Güel, Güel, unos, y Guanglu,. Glanglu, otros. Y don Puchún que ha estado ahí entre los presentes, ha estado con la barriga hinchada, se dirige a un rinconcito y se pega un pedo Zhotorrrrrrrrr.
Mientras continuaba la fiesta ha habido unos atrasados que han sido la señora Rosas y don Ramón por bajar rápido dan un Malpaso y Zhimbrug, antes éste ha tenido Buenavista se para y acercándose a la Señora Rosas, ésta le dice ya ves quería decirte Sidcayes te has de ir a Rodeo. A medida que estos personajes avanzaban a la fiesta oyen unos perros que ladran Garau, Garau, y llegan a la fiesta muriéndose de frio y tiritando Chirirrrr y han visto a algunos invitados cansados durmiendo y roncando Rerón, Rerón y otro grupo oyendo unos cachitos que se a puesto a contar el cómico don Piruncay y oyendo los cachos y chistes los invitados se reían a Jacarcadas. Ya más o menos a las doce de la noche se ponen a repartir la torta y luego de esto los novios se dirigen a la alcoba nupcial para la luna de miel y don José de Raranga le dice a su esposa, mija Jima ya desvístete para hacer el Amorgeo y ella dándole gusto se desviste y se acuesta y don José, se sube sobre  la Sra. Jima, y le mete el Masopamba y como la señorita Jima ha sido Virgenpamba de puro dolor comienza a gritar Ayllón, Ayllón, y le dice a su esposa Callancay, Callancay, no hagas bulla porque han de oír los invitados. Al día siguiente ha sido el onomástico de Santopamba y continúa la fiesta al Sondeleg de la orquesta.
A los nueve meses la Sra. Jima da a luz a su primer hijo Don Pueblo Viejo, a los años siguientes tiene a los mellizos Huallil y Fazayñan, a los tres años tiene los mellizos Molón y Altarurcu y al cuarto año la Sra. Jima como ha sido tan fértil y fecunda da a luz a las mellizas Peñas Blancas.
Todos estos personajes expuestos en este monólogo se encuentran vivos y corresponden a los diversos sectores y parroquias del Cantón SIGSIG; por lo que a los que tienen la oportunidad de leerlo, los recomiendo visitarlos para que conozcan este Cantón, nominado como el Benjamín del Azuay, tierra que es un primor, sus mujeres son lindas y sus hombres de valor, que con sus minas de cobre y oro, es un tesoro y un patrimonio del Ecuador.       



12/18/2012

FAZAYÑAN, OGROÑA Y SUEÑO:


Pensamos que un pueblo sin mitos, cuentos y leyendas es como un árbol sin raíces. Estas son narraciones de hechos y sucesos que se apoyan en la historia, las cuales son enriquecidas por la fantasía del individuo, representando un mundo maravilloso.
Hablar de mitos, cuentos y leyendas en tiempos pasados era parte fundamental de cualquier reunión, la temática giraba en torno a ideas, con altos contenidos de magia y fantasía que solo el contador de historias lo hacía.
Parte fundamental de nuestro patrimonio inmaterial constituyen este legado que no podemos ver ni tocar sino solamente oír y son aquellas que se encuentran escondidas.
Quiero en esta ocación compartir un cuento que personalmente me fascinó, el mismo que se encuentra publicado en la revista revelacion Juvenil numero 1: 1995 escrito por Raúl Cabrera.

H
ace muchísimos años, dos hermanos salieron desde Mulasamana templo del Dios de Ogroña, con cualquier rumbo para cazar un venado. El día era hermoso, lleno de sol y calor, las mariposas revoleteaban en el campo y jardines de Maylas, “plaza sagrada”, mil conejillos estaban alegres a lo largo del culebrillas y los dos decididos hermanos con sus calabazas en su alforja y bodoquera en mano se encaminaron.
Al cruzar por el chontal, miraron un gran venado, les miraba muy profundamente, sus cuerpos se estremecieron y alguna idea vaga se cruzó por sus cabezas, nunca un simple venado los había desconcentrado tanto.
El hermano mayor, levantó su bodoquera, tomó una saeta lisa y filosa y apuntó al venado a lo lejos y como un hechizo brillaba tenuemente los colores de un arco iris, el hermano menor presintiendo algo dijo: hermano no mates a ese venado tengo mucho miedo… miedo respondió su hermano, dijiste miedo?... desde cuándo un guerrero de Ogroña siente miedo por un venado!... qué te pasa hermano? –no, por favor le suplicó. Sin decir más, disparó el saetazo, pero el venado levantó su cornamenta y receptó el vuelo de la saeta sin ser herido de muerte. En este instante un relámpago brilló con su luz celeste en todo el horizonte de Mulasamana o el chontal, el ruido de un trueno les estremeció, el viento arreció fuertemente y una voz extraña les dijo: Malvados habéis herido el cuerno de un centinela del gran Dios del Fazayñan, justo cuando quería entrar en trato con la querida Ogroña. Por esto seréis castigados… seréis castigados… seréis cas…. Y su voz se esfumó en la lejanía.
Entre temerosos y extrañados se quedaron en silencio un momento, pero el mayor de los hermanos preguntó:
Dinos ¿Quién eres tú? Por favor dinos ¿Por qué nos amenazas? El viento del pajonal les trajo de nuevo la voz y esta les dijo: No es una amenaza guerreros de Ogroña, vosotros sois demasiado insensatos, pues sabedlo que por vuestra culpa un castigo vendrá para ustedes y para esta tierra. Por vuestra culpa la tierra de sus antepasados estará muy lejos, mirad el horizonte no hay camino de regreso, es voluntad de mi señor que sufráis a lo largo del camino del lejano Ayllón.  La voz se fue, todo era silencio; frío... muy frío. A lo lejos un riachuelo entonaba su rutinario canto, el viento soplaba lento como imitando un sollozo contenido, un cuscungo pasó por allí como anunciando una desgracia, el tenue canto de las aves ponía de fondo una sinfonía de pesar, de tristeza eterna y una melancolía sin fin.  
Miraron a la distancia como atisbando el horizonte, solo miraron a su alrededor un enorme arco blanco que regaba su polvoriento llanto de cerro, que extraño se miraba.
No era Viracocha… No… no era Tandsagua. No. Era el cerro del mal. Aterrados quisieron emprender una carrera pero estaban exhaustos y entre su desesperación gritaron: Dinos señor  ¿Cómo regresamos a la tierra de nuestro padre? Pero solo hubo silencio… mucho silencio. Señor… señor gritaron de nuevo el viento arreció desde sus espaldas y luego una voz… No hay camino, pobres guerreros… Entonces ¿Qué haremos ahora? Tenéis que ofrendar al Dios del Fazayñan solo el puede ayudarlos. –Dinos pues ¿Dónde está tu Dios?
Oh! Valientes guerreros nuestro Dios está en el templo. Por favor retira nuestro temor y guíanos al templo de tu Dios. Un poco mas de silencio, una esperanza detenida, una respuesta anhelada un vacío tremendo, pero al fin… Mi padre se ha condolido de vuestro temor y está dispuesto a escuchar vuestra súplica.  Casi postrados a la tierra exclamaron: Gracias, gracias, quién es tú padre? Dinos por favor.  Yo soy centinela del Fazayñan y de Ayllón, mi padre es el sol. Si eres hijo del sol dile que alumbre nuestro camino y que retire el cerco del mal. –Pedís demasiado insensatos, el Dios del mal solo se marchará cuando haya sido derrotado por el bien o por algún valiente guerrero que se lo enfrente.  Temerosos preguntaron: ¿Quién será señor ese guerrero?  Un alarido estremecedor se escuchó por toda la comarca y un gran trueno llenó de temor toda la tierra y los dos hermanos fueron echados al suelo sin sentido.
Quién sabe cuánto tiempo pasó?… ¿Quién sabe qué sucedió? Entre tanto ¿Quién sabe?.. Cuando despertaron, vieron como su amo y centinela el arco iris, luchaba a muerte con el cerco del mal. La lucha fue atroz. Un enorme nubarrón denso se cruzó por el sitio, casi logró borrar por completo los colores del arco iris, el arco blanco tomó fuerza y estuvo a punto de vencer, todo estaba perdido. De pronto el viento celoso de lo que estaba pasando sopló fuertemente las nubes fueron abatidas, el arco iris retomó con todo su fuerza los colores y el cerco del mal fue derrotado. Al mirar aquello los dos hermanos dijeron: Gracias… gracias Oh Dios del Fazayñan por ayudarnos, felices los dos se estrecharon en un fuerte abrazo, pero en ese instante un relámpago se cruzó por entre ellos y cayó fulminando al hermano mayor, había muerto un guerrero de la gran Ogroña, sí había muerto era el último guerrero de Ogroña.
El hermano menor se postró en tierra, lloró, lloró y lloró por quien sabe cuánto tiempo solo, triste y cansado caminó y caminó por largos pajonales, por pantanos, lagunas, ríos y valles; no pudo encontrar el camino a su pueblo, no podía ver a su soñada Ogroña, Maylas no estaba tampoco, los jardines murieron, las mariposas no revoloteaban por los campos, el sol no calentaba.
Que tragedia… ¿Qué dolor?.. El jardín y la plaza de Maylas fueron cambiados por una negra y burbujeante laguna. El templo del Dios de Malasamana, era ahora una enorme cumbre fría. Culebrillas el camino de siempre no era sino un sinuoso pantano casi muerto. Una extraña música se escuchó, un tambor anunciaba quien sabe que cosa, miró medio atolondrado por todo lado. No se veía nada… nada… Tomó entonces cualquier camino y se fue de allí.  Cansado por el camino, se detuvo a descansar sobre un tronco seco, pronto el cansancio y la fatiga se apoderó de él y le sobrevino un profundo sueño. Entre el silencio del valle algo rompió el sueño del guerrero y lo despertó.
En eso aparecieron por entre los matorrales, dos guerreros y varias doncellas, se postraron de hinojos ante él y le dijeron: Bienvenido, oh hijo del sol nuestro padre, mucho tiempo aguardamos tu venida, ven y mira; éste es tu pueblo y éstos tus vasallos.
Desde hoy te llamarán DUMA el predilecto de nuestro Dios el sol mucho camino te queda por recorrer, muchos extraños nos amenazan pero tú nos salvarás.
Le ofrendaron alimentos, oro y muchos presentes, dejó solitaria a la tierra de Ogroña y fue el jefe de la tribu de los Sígsig el que más tarde sería el abuelo del gran Duma.

12/13/2012

LA NOCHE DE LOS JAMPOS EN LAS FIESTAS DE SAN SEBASTIAN PATRONO DE SIGSIG


  El Sígsig se presenta al Ecuador como un cantón en el que se puede “despertar los seis sentidos”. Esta afirmación se debe en gran parte al amplio y elaborado patrimonio inmaterial que poseemos, a las múltiples y complejas prácticas sociales, tradiciones estéticas, entre otros conocimientos, técnicas y habilidades que los sigseños hemos creado, recreado y transformado a lo largo de los 10000 mil años de historia.
Con estas reflexiones quiero iniciar este articulo sobre uno de los eventos más esperados del año y que es precisamente la noche de los jampos que se lleva a cabo en las fiestas de San Sebastián pues sabemos que en la memoria de nuestros abuelos siempre hay el predominio de lo religioso sobre lo cívico, razón por la cual la mayoría de fiestas estaban señaladas por el calendario litúrgico, en donde se planificaban los acontecimientos, las fiestas o conmemoraciones, es así que en Sígsig uno de los cantones de la provincia del Azuay cada 10 de enero y por 11 días consecutivos se viven las fiestas más importantes del calendario religioso. Durante este lapso de tiempo los creyentes participan de la novena que es organizada por las distintas instituciones y comunidades del cantón en honor a San Sebastián. Sin embargo el 19-20 y 21 de enero son considerados los días propios de fiesta ya que existe un derroche de creatividad y manifestaciones culturales, por ende Sígsig se despierta al son de los 21 cañonazos y es cobijado con misas, música, bailes, disfraces, danzas, ofrendas, escaramuzas festivales folklóricos y gastronómicos.

 Sin duda que uno de los eventos más importantes de estas festividades y quizá el más esperado durante todo un año es la noche de los jampos, la misma que se lleva a cabo el 20 de enero. Al respecto don Manuel Llanos nos comenta “…este tipo de evento se viene realizando ya más de 40 años y los que iniciaron con este programa fueron los señores Luis Chacha, Manuel María Pulla, Félix Plasencia entre otros y que en tiempos del finado padre Luis Rodríguez eran pocos los jampos más o menos unos 20 o 30 que se disfrazaban, por lo general eran personas del campo integrantes del juego de la escaramuza, ellos bajaban desde Dacte bailando, gritando hasta llegar al parque central. Cuando vino el padre Rafael Cabrera, se organizó de mejor manera y se contó ya con unos 200 o 300 jampos, en la actualidad se cuenta con más de 1200 jampos. Para disfrazarse no importa el sexo ni edad, ya que se cuenta con la participación de un número mayor de mujeres, seguidos de hombres y niños…” [1]
Cuentan algunos de los jampos –los más viejos– que la responsabilidad de estos personajes es de despejar el camino por donde pasaría la escaramuza y a su paso repetían campo, campo, campo…. pero como las mascaras no les dejaban pronunciar de forma correcta se les escuchaba jampo, jampo, jampo… de allí se adoptó este nombre.
En la actualidad alrededor de unos 1200 alegres y curiosos personajes entre ellos niños, niñas, adolescentes adultos y adultos mayores sin exclusión de género se concentran en el barrio de Rosas, para en una gran estampida hacer su entrada y apropiarse del parque central y de esta manera acompañar la fiesta con sus inconfundibles gritos y bailes al ritmo de la banda del pueblo. Sin duda los jampos son los personajes más populares de ésta fiesta. 


La simbología de sus atuendos y máscaras es muy variada. Esto conlleva a que muchos elementos fuera de la tradición aparezcan como una necesidad de ser diferentes; visten atuendos improvisados la más vieja y remendada, sobre la cual llevan puesto un abrigo, saco o poncho viejo; en sus pies utilizan polines de diferentes modelos y colores combinando con zapatos o botas rotas. Cubriendo su rostro usan máscaras la más horrorosa y chistosa posible, con largas barbas que en ocasiones son confeccionadas por ellos mismo de rabo de vaca. Algunos de los jampos llevan en sus manos correas, bastones, muñecas o animales disecados como chucurillos al que llaman “María Juana” siendo el hacer besar a la “María Juana”, una de las bromas que hacen para que la gente se divierta.
Para algunas personas disfrazarse de jampos es la manera de representar a sus antepasados y de demostrar así la fe y devoción que le tienen al patrono San Sebastián; otros por la promesa que le hicieron años anteriores cuando le pidieron algún favor, o porque simplemente quieren compartir un momento de alegría con conocidos y desconocidos –claro que en ese momento no sabemos quien es quien–. 
La noche de los jampos es una manifestación popular que refleja la fuerza creadora del pueblo llena de arte, cultura y creatividad; es una expresión de identidad, donde los participantes se introducen en un sistema en el que la socialización, año tras año, prácticamente aglutina al pueblo sigseño.
No hay una prohibición para que cualquier persona se disfrace de jampo, en la actualidad bailan hombres y mujeres desde ancianos hasta niñ@s.
Con la presentación de los jampos entre sus bailes, bromas y actuaciones improvisadas los espectadores se divierten gran parte de la noche, para luego continuar con la presentación de comparsas, danzas, juegos pirotécnicos y la presentación de algunos artistas, finalizando esta noche con intensas luces de colores, vaca-locas, curiquingues y un hermoso castillo. 



[1] Entrevista realizada al señor Manuel Llanos el 20 de enero del 2011 

12/11/2012

EL TEJIDO DE PAJA TOQUILLA “PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE LA HUMANIDAD



La UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) en su 32ª reunión, celebrada en París del 29 de septiembre al 17 de octubre de 2003 definió al patrimonio cultural inmaterial como: “Los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas –junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que le son inherentes –que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto a la diversidad cultural y la creatividad humana”.   
En otras palabras se refiere a lo que llamamos cultura viva; el patrimonio cultural inmaterial es el crisol de nuestra diversidad cultural y su conservación una garantía de creatividad permanente. Se trata de los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas asociados a los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales propios y que son transmitidos de generación en generación, a menudo a viva voz a través de demostraciones prácticas, en sí, está constituido, entre otros elementos, por la poesía, los ritos, los modos de vida, la medicina tradicional, la religiosidad popular y las tecnologías tradicionales de nuestra tierra. Integran la cultura popular las diferentes lenguas, los modismos locales, la música y los instrumentos musicales tradicionales, las danzas religiosas y los bailes festivos, los trajes que identifican a cada uno de los pueblos, la cocina, los mitos y leyendas; las adivinanzas y canciones de cuna; los cantos de amor y villancicos; los dichos, juegos infantiles y creencias mágicas. 
El depósito del patrimonio cultural inmaterial es la mente humana, siendo el cuerpo humano el principal instrumento para su ejecución o encarnación.

UN POCO DE HISTORIA
El uso de la toquilla como popularmente se le conoce a esta especie de palma se puede remontar a épocas precolombinas. Varios pueblos del litoral ecuatoriano lo emplearon quedando evidencia de su uso en culturas como Chorrera, Jama Coaque, Bahia, Guangal, Milagro Quevedo y Manteña. El origen del sombrero se localiza en Manabi. En 1630 el indígena Domingo Chóez conjugó esta materia con la forma de los sombreros españoles. La actividad toquillera se consolidó en el siglo XVII, cuando decae la producción de algodón y los españoles empiezan a demandar el sombrero de paja como un sustitutivo mas liviano que el de paño. Por tanto los tejedores de Montecristi y Jipijapa, se especializaron en la elaboración del sombrero bajo el modelo europeo.
En el siglo XIX esta actividad atrajo el interés fuera de la región del litoral, especialmente en el austro. Es así que el 17 de mayo de 1844 el cabildo cuencano ordenó la creación del primer taller para la confección de sombreros y la enseñanza del tejido de sombreros de paja como materia obligada. Así se trajeron artesanos de Jipijapa para la enseñanza del sombrero.
El auge exportador de sombrero generó una etapa de bonanza económica sin precedentes hacia 1853 se exporto desde el puerto de Guayaquil la increíble cifra de 500.000 sombreros anuales
Un sombrero panamá o sombrero de paja-toquilla (o simplemente panamá o jipijapa) es un tradicional sombrero con ala que se hace de las hojas trenzadas de la palmera del sombrero de paja-toquilla (Carludovica palmata). A pesar del nombre, los sombreros son fabricados en Ecuador, no en Panamá; su nombre viene del hecho de que alcanzaron relevancia durante la construcción del Canal de Panamá cuando millares de sombreros fueron exportados de Ecuador para el uso de los trabajadores de la construcción.
Sin embargo, a finales del siglo XIX la provincia del Azuay sufre una crisis de producción agrícola originada por la prolongada sequía e incluso, entrando al siglo XX el Azuay, no logró evitar la carencia de alimentos, por ende afectó no solo a la economía de Sígsig sino también a todos los demás cantones. Para contrarrestar este problema y en gran medida para sacudir el establecimiento de la economía regional se complementó la deficiente agricultura con las artesanías, concretamente con el tejido de los sombreros de paja toquilla, la misma que se venía realizando décadas atrás en menor escala y que experimentó una expansión sin precedentes a finales del siglo XIX e inicios del XX.
Paul Rivet nos presenta el siguiente cuadro (en revista de Antropología Nº 1, 1991: 29) elaborado por el Gobernador de la Provincia del Azuay en donde se hace referencia a los artesanos toquilleros en los cantones de la provincia:

Cantón
Hombres
Mujeres
Total
Gualaceo
70
26
96
Paute
13
5
18
Cuenca y sus alrededores
620
860
1480
Sígsig
730
640
1370

Un dato curios que de acuerdo a este cuadro la mayor parte de la fuerza obrera en el tejido de paja toquilla era masculina, en el caso de Sígsig, representada por 730 hombres, frente a 640 mujeres.    
Curioso es anotar que, ya en 1864, el 12,9 % de la población activa masculina y el 6,4 % de la femenina se ocupaba en tejer sombrero; dato que contradice a lo publicado por OCEPA en un folleto sobre la historia de esta industria, demostrando que Sígsig no se he iniciado recién en ella. (Segarra, 2003:228)
La producción y exportación del sombrero de paja toquilla tuvo peso significativo hasta la segunda mitad del siglo XX, producto de la crisis que originó la segunda guerra mundial cayó la economía, lo que provocó una ola migratoria temporal o definitiva a la Costa especialmente El Oro y Guayas; y al Oriente por lo general Gualaquiza, Chigüinda y Zamora, incorporándose como trabajadores agrícolas en la Costa y como mineros en el Oriente. Posteriormente las siguientes décadas estarán marcados por los cambios de la reforma agraria y la apertura de nuevas rutas migratorias al Oriente impulsadas por los planes de colonización que generaron los gobiernos y sobre todo por las migraciones fuera del Ecuador particularmente hacia los Estados Unidos constituyéndose esta en el soporte económico.
Las mujeres al quedarse en el hogar tuvieron que asumir la ardua responsabilidad de velar por el hogar; por lo general eran ellas quienes tejían cuando los quehaceres domésticos, o las faenas agrícolas dejaban las manos libres, permitiendo de esta manera la subsistencia de la economía familiar y local.
 

Hoy en día los espacios conquistados por las mujeres lentamente se van fortaleciendo dentro de las organizaciones, comunidades y pueblos, sabemos que es un trabajo de hormigas pero con voluntad y tenacidad de mujer; ejemplo de esto, en el año 2009 un grupo de mujeres que conforman la Asociación de Toquilleras María Auxiliadora confeccionaron el sombrero más grande del mundo, en el cual se emplearon 64 ochos de paja, lo que equivale a 2688 tallos, sumando un total de 255.360 hebras de paja que conforman el sombrero. Mide 3 metros de plantilla con una copa de 2 metros de largo, un ala de 2.5 metros a la redonda dando un diámetro de 9 metros, tejido a croché a mano y está adornado con la bandera del cantón Sígsig. La confección de este preciado sombrero duró tres meses.
Para muchos de nosotros, el rol que jugó la mujer en el progreso del cantón ha pasado desapercibido por no ocupar o ser figuras políticas, fueron ellas quienes trabajaron el campo, en la casa y sobre todo en la elaboración de los preciados sombreros que erróneamente se les conoce como Panamá hats.
El tejido de paja Toquilla al estar íntimamente relacionado con lo estipulado por la UNESCO, y sobre todo al ser un referente cultural de los ecuatorianos; la UNESCO, en sesión del Comité de Patrimonio Cultural Inmaterial del 5 de diciembre de 2012, declaró al Tejido tradicional del sombrero ecuatoriano de la paja toquilla como Patrimonio de la Humanidad. Como sigseños y ecuatorianos, nos sentimos orgullosos de esta declaratoria.
Finalmente la declaratoria del tejido de paja toquilla como patrimonio de la humanidad, es motivo de orgullo pero al mismo tiempo nos obliga a reflexionar sobre un sistema social y económico inequitativo que con frecuencia se sustenta en la explotación del trabajo femenino y masculino.