“Nuestra primera manifestación
cultural”
Extracto del libro “El Legado
Precolombino de Sígsig”
La
existencia de sociedades tempranas en Sígsig nos plantea una serie de preguntas:
¿Quiénes fueron los primeros pobladores?, ¿De donde provenían?, ¿Qué comían y
cómo lo conseguían?, ¿Cómo era su organización social?, ¿Qué concepción tenían
del mundo?
La
teoría aceptada por la comunidad científica plantea que los primeros habitantes
del continente americano provenían de Asia. Un descenso en el nivel del mar
provocado por las glaciaciones facilitó el paso a través del estrecho de Beringde
pequeños grupos de cazadores y recolectores que se movían en busca de animales
y plantas silvestres. Estos grupos se desplazaron rápidamente hacia el sur en
busca de más y mejores recursos para garantizar su subsistencia.
De
las evidencias descubiertas en El Ilaló (Inga, San Cayetano y San José), Chobshi,
Jondachi y Cubilan, se ha podido inferir que los pobladores tempranos llegaron
a lo que hoy es Ecuador como cazadores-recolectores especializados y que se
adaptaron plenamente a las condiciones ecológicas, pues para esta época tuvo
lugar el final del Pleistoceno con el predominio de un riguroso clima en los
Andes y el inicio de un nuevo período geológico climático denominado Holoceno,
que fue una etapa de transformaciones intensas; el clima mejoró notablemente,
al punto que aumentaron las áreas de bosque en detrimento, lo que hizo menos
hostil la vida de ciertas especies animales y vegetales. (Salazar, 1988:83).
La
mejora de las condiciones climáticas durante el Holoceno fue un factor
importante para la adaptación humana y los desarrollos culturales. Como
reflexión complementaria cabe anotar lo que plantea la arqueóloga Dominique
Gomis (2007:298), al decir que el Oriente pudo constituir el posible origen de
los hombres de Chobshi y Cubilán, puesto que hasta hoy no se han encontrado
sitios pre-cerámicos en la Cordillera Occidental.
Los
testimonios materiales encontrados en este lugar, nos demuestra que los
cazadores-recolectores que vagaron por los parajes altomontanos andinos a
comienzos del Holoceno, al llegar a la vertiente del río Santa Bárbara, habrían
sentido aliciente, al encontrar el albergue de la Cueva Negra de Chobshi, que
no solamente les proporcionaría abrigo, sino que también constituiría el centro
de actividad y cohesión social (Reinoso, 1993:125).
La
organización social era la “banda” siendo el parentesco la institución más
importante, pues generó la solidaridad necesaria para el desarrollo de la vida
social y la realización de actividades colectivas. En palabras de Ernesto
Salazar la banda era la expresión más común de la sociedad cazadora, con una
división sexual del trabajo que enfatiza la caza para el hombre y la
recolección para la mujer. (Salazar, 2008:86), aunque no dejamos de lado la
hipótesis que podrían haber practicado también la pesca, pues junto al Abrigo
Rocoso pasa el río Santa Bárbara.
Los
grupos de cazadores-recolectores dependían de los recursos que les
proporcionaban los diferentes microambientes; tanto para obtener alimentos como
para satisfacer otras necesidades cotidianas: elaboración de artefactos,
vestido, refugio y actividades de cohesión social que les permitía asegurar la
supervivencia.
Por
lo general el tamaño del grupo, así como la distancia que recorrían, dependían
de lo que el entorno les ofrecía y pudiera soportar. Cuanto más pobreza en
alimentos tuviera su territorio, más extenso debería ser su recorrido.
Necesariamente
para cazar a venados, perdices, conejos, entre otros, fue necesario subir al
páramo y en el caso del oso de anteojos, la danta, entre otros, aventurarse más
hacia la zona boscosa de las estribaciones orientales por lo que se deduce que
practicaban un desplazamiento cíclico y predecible –lejos de ser nómadas sin
rumbo–. En este sentido partían del campamento base “Abrigo Rocoso de Chobshi”
y se establecían en refugios provisionales –campamento de paso– mientras obtenían
suficientes alimentos para su sustento, finalmente retornaban al campamento
“base” ya que su ubicación, no responde únicamente a la necesidad de
aprovisionarse de alimento, sino también el de contar con una fuente cercana de
agua, la posibilidad de encontrar con relativa facilidad depósitos de rocas
para la fabricación de herramientas de cacería y el espacio adecuado para el
procesamiento de los animales obtenidos en la caza (cortarlos en piezas, utilizar
sus pieles, etc.).
Para
Gustavo Reinoso (1993:153), la Cueva Negra de Chobshi, debió ocupar una posición
estratégica, no por la magnitud del horizonte visual, para controlar el movimiento
de la vida salvaje, dado que se encuentra en el fondo y casi a la salida del
pequeño valle del puente seco; sino por las características topográficas
irregulares, que pudieron.
Al
acampar continuamente en la zona conocían muy bien el territorio; desarrollaron
una percepción sobre el mundo que les rodea y sabían a qué zona ir y en que
época del año; sabían el comportamiento de los animales y las rutas a seguir,
lo cual ayudaba para la utilización de diversas técnicas para abatir a los animales,
siendo una de ellos el empleo de las puntas de piedra en los proyectiles, el camuflado
con pieles de los animales cazados, la elaboración de trampas, acorralamientos
y el empleo del fuego como estrategia de caza.
La
caza sin duda fue considerada como uno de los pilares básicos, no solo por el
alimento que pudiera aportar al grupo, sino porque también se podía aprovechar
otras partes como la piel (vestimenta); los huesos (para la industria ósea);
los tendones (como hilo); entre otros. Tomas Lynch (1981:98) anota que la dieta
estaba conformada por los siguientes animales: zarigüeyas, conejos, puerco
espín, sacha cuy, perro, tapir, venado
(de cola blanca, pudú y tal vez cervicabra), oso de anteojos y perdiz. Siendo
el venado el animal de caza más importante y con toda certeza fueron los
venados los animales de caza más importantes para estos habitantes.
Esta
fauna -señala Salazar- (1988:108) es considerada reciente u holocénica y su
presencia indicaría que en el momento en que los primeros pobladores llegaron a
estas tierras la megafauna había desaparecido, o bien que era tan escasa que
resultaba más rentable cazar especies modernas.
Parece
que el énfasis se concentró en la caza del venado, particularmente la especie
paramuna de cola blanca pues representa el 65 % de la muestra de la fauna consumida.
De hecho Juan Cordero (2007:66), apunta que los restos de animales
especialmente los venados encontrados en el abrigo demuestran que se escogía a
los machos entre tres y cinco años ya que las hembras eran protegidas por su
capacidad reproductora, esto quiere decir que hubo casería selectiva con el
ánimo de preservar las especies que eran vitales para su supervivencia. En todo
caso este yacimiento ha dado una importante muestra de la fauna consumida por
el Hombre Temprano a fines del paleoindio.
Por
otro lado, el Abrigo Rocoso de Chobshi al estar ubicado en el bosque montano de
seguro que el panorama que hubiera ofrecido a sus ojos habría sido el de
pequeños arbustos y algunos quishuar, alisos y pumamaquis (Salazar, 1988:102),
la cual brindaba la protección que proveía la vegetación, y sobre todo la disponibilidad
casi inmediata de recursos alimenticios alrededor de los mismos como la uvilla,
el taxo, la mora, el nogal o “tocte”, la nigua, el capulí, la joyapa o
hualicón; granos de amarantáceas, como el ataco, de quenopodiáceas, como la
“ashpa quinua” y de leguminosas, como el “ashpa chocho”, en fin hojas de bledo y
berro y, tal vez, tubérculos silvestres de género Solanum Dioscorea “sacha
papas” (Salazar, 1988:103). Debido a la alcalinidad de la tierra del Abrigo
Rocoso (8.4 a 9 pH) no se ha conservado vestigio alguno de polen.
La
madera fue otro de los recursos vegetales que utilizaron, aunque al ser de
carácter perecedero no se conservaron dichas evidencias. Posiblemente fue
utilizada como puntas de proyectil endurecido al fuego, para poner en pie tiendas
sencillas, como combustible para la cocción de alimentos; de hecho algunos
huesos encontrados en el sitio, muestran diversos grados de combustión, desde
los que están ligeramente chamuscados, pasando por los de avanzada carbonización.
Thomas
Lynch (1981:100), a partir de las pruebas de C14, propone que el territorio de
Sígsig fue poblado hace 8060 y 5585 aC.
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