4/21/2014

EN BUSCA DEL LINAJE DUMA


Este artículo que ponemos a consideración es elaborado en honor a los 150 años de cantonización de Sígsig. Aunque seria ideal dar a conocer los acontecimientos históricos de nuestra emancipacion, sin embargo no queremos introducirnos en el tema ya que existe un debate en cuanto a dicha fecha.
La intensión de este articulo es refrescar las mentes y mas bien introducirnos en en algo fresco como el linaje Duma, pues para muchos no fue oriundo de Sigsig, sin embargo documentos históricos nos dicen lo contrario. 
Las primeras referencias que disponemos del apellido Duma es la que narra Montesinos; sobre la invasión de los cuzqueños al territorio kañari; según esta crónica, por los años 1460-1470 dC. (aprox.), los kañaris fueron “conquistados” por los Inkas; en cuanto al fondo de los sucesos he aquí sus palabras:

“Estando el Inga en esto ocupado, tuvo aviso de sus espías como, los cañares, que ahora son de la ciudad de Cuenca, se apercibían para resistirle y que habían elegido por caudillo a un señor llamado Duma y este había convocado a los señores de Macas, Quizna y Pumallacta. Aprestóse el Inga a ir contra ellos antes que creciese la prevención; no bastó la diligencia, porque los enemigos le tenían tomado los pazos forzosos y algunos de peligro; resistieron al Inga muchos meses y tuvieron muchos encuentros y en uno le obligaron a retirarse a los paltas con pérdidas de muchos soldados y de la mayor parte de su carruaje (…) enviaron a los paltas mensajeros, que pues tenían buena ocasión, se vengasen del Inga, pues estaba falto de gente, que lo matasen o lo echasen de sus provincias. Los paltas oyeron confusos este mensaje, consultaron con los hechiceros qué harán; respondieron que el Inga es bien afortunado y nada había que prevaleciese contra él; toman este consejo, y avísanle al Inga lo que lo cañares trazaban. Agradécelo y háceles mercedes. Viendo los cañares cuan despacio tomaba el Inga su resistencia, le enviaron mensajeros y se le sujetaron, con cargo de que se les perdonase los yerros pasados. Hubo consulta sobre esto, por decir que eran hombres doblados y de poca firmeza los cañares; determinóse que el gobernador que fuese acariciase a los señores y les pidiese en rehenes a sus hijos; recibiéronle con todo regocijo, vino Duma y los demás a postrarse ante el Inga, reconociéndole por hijo del sol; prometióle fidelidad, y en prenda le dio un hijo y una hija, y los demás señores dieron a sus hijos” (Fernando de Montesinos, citado por Juan Cordero, 2007:44-45, tomo II).

Para Fernando de Montesinos fue el mismo Dumma quien organizó la resistencia apoyado por las gentes de Macas, Quizna y Pomallacta, que rechazaron a los cuzqueños al territorio Palta antes de someterse.
Más o menos un siglo después de esta “heroica” batalla, en la fundación de Cuenca (1557) aparece como kuraka de Sígsig Don Juan Dumma el mismo que dio el asentimiento junto a otros kurakas, para que Gil Ramírez Dávalos fundara la ciudad de Cuenca, para Octavio Cordero Palacios se trataría del hijo del gran kuraka Dumma quien hizo retroceder al Inka Túpak Yupanqui.
A partir de estos sucesos a inicios de la colonia los españoles reconocieron y exaltaron a varios caciques kañaris como por ejemplo Pisar Cápac (de Puesar), Cañar Cápac, Chica Cápac, Juan Duma y Lorenzo Duma del Sígsig, Hernando Leopulla y don Diego de Tutusí.
Los kurakas después de demostrar su ascendencia y reconocimiento como cacique, éste podía acceder a similares privilegios del poder colonial: usufructuar a su propia comunidad y hasta percibir ciertos tributos. De allí, como señala Moreno Yánez, algunos caciques se convirtieron en terratenientes, con derecho a utilizar "mitayos" en la labranza de sus campos, realizaban transacciones mercantiles con los españoles y se aprovechaban de parte de las ganancias producidas por los obrajes de comunidad. (Moreno Yánez, 1995), por ende estaban autorizados a lavar oro con su gente, tanto que en la ordenanza sobre tasación y moderación para el trabajo de minas en Santa Bárbara se lee: “ytem los indios de Fernando e Duma puedan echar a las minas ciento e veynte  indios e no más”; además acumulaban tierras y dinero.
En un documentos de 1723 se reporta la gestión de legitimación que hizo Don Lorenzo Duma para conocimiento de la audiencia al momento de ser nominado cacique y gobernador de Sígsig. Dicho trámite exigía que el heredero del cargo demuestre su derecho a acceder al mismo, por lo cual Don Lorenzo hace referencia a su padre, don Pedro, a su abuelo, don Mateo, así como a un don Lucas, probablemente su bisabuelo, y por tanto era descendiente de los Dumas, caciques y gobernadores de Sígsig “desde tiempos del inga” en la gentilidad, desde la fundación de este pueblo. “Don Lorenzo Duma, cacique de la parcialidad Cuycay, Cuello, Collana y Sangorima el pueblo de Sígsig (ANH, serie cacicazgos, caja1, expediente 2, 1723). Don Pedro Duma, cacique principal de este dicho pueblo de las parcialidades de Duma, Collana, Culles y Sangurimas (ídem). Don Lucas y don Matheo Duma difuntos fueron caciques (ídem)”. “Según la referencia, estos últimos fueron caciques “desde los tiempos del Inga” (ANH, serie cacicazgos, caja expedientes 8, 1718-1781). Se especifica además que don Lorenzo era originario de Sígsig.
En un conjunto de expedientes, que va desde el año 1718 a 1781, volvemos a encontrar datos sobre la familia Duma de Sígsig, en referencia a don Jacinto Sinaballí Duma, quien se certifica recibió todos los sacramentos, y es descendiente de los Duma, caciques desde la “gentilidad”. Le remplaza en el cargo don Eusebio, su hijo, en 1775, heredado así las “parcialidades que le corresponden en el pueblo de Sígsig” con el título de “Cacique de las parcialidades de Cuycay, Cuilao, Sangorima y Collana reducidos en el pueblo de Sigsig anejo de Gualaceo en la jurisdicción de Cuenca” (ibid). (Citado por Lara, 2009).
Con este pequeño bosquejo sobre la familia Duma nos lleva a pensar que el kuraka Dumma, fue oriundo de Sígsig y no de Tomebamba, como erróneamente ha escrito con evidente anacronismo algunos investigadores.  

1 comentario:

  1. Interesante tener la oportunidad de nutrirse de nuestra historia. Felicidades Hugo

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