12/16/2015

LA CULTURA LITERARIA SIGSEÑA.


Quiero poner a consideración de los amigos lectores, un artículo proporcionado por don Pedro Morales, en el cual hace alusión a la literatura sigseña:
LA  CULTURA LITERARIA  SIGSEÑA.
Por: Pedro Morales.

      La literatura Sigseña

“....porque los hijos de la Villa del Sígsig nacimos con la facilidad para entender, con la suspicacia para investigar, con la elocuencia en nuestros labios, con la creatividad a flor de piel, con la música en nuestras venas y con la poesía en cada recodo de nuestra existencia...”

Quizá no sea este el momento propicio ni el lugar adecuado para realizar una referencia académica sobre la literatura, sin embargo creo oportuno señalar que es necesario recordar que una creación literaria es la actividad espiritual por medio de la cual crea el hombre obras con fin de belleza. Todo ser humano, por rudo e ignorante que sea, experimenta la necesidad de representar en forma bella sus imaginaciones, ideas o sentimientos; esa necesidad se satisface gracias a la creación artística.
            Dentro de la actividad general del arte se distinguen multitud de variedades .Atendiendo al fin perseguido, se llaman artes puras las que tienen como objeto primordial la belleza, sin utilidad material en la obra misma: música, poesía, escultura, pintura, danza y la literatura; y artes aplicadas o decorativas las que pretenden satisfacer una necesidad material, sin que en ellas la belleza pase de ser elemento secundario: rejería, tejidos, artes suntuarias. Por lo expuesto, concluiremos esta corta digresión, señalando que la literatura es la expresión de la belleza por medio de la palabra y que una obra literaria es aquella cuyo objetivo es el de causar goce o deleite estético.

Cuando en forma retrospectiva, observamos los recuerdos del pasado, las imágenes de las cosas vividas se reeditan en la mente como queriendo ser rescatadas de ese limbo en las que se encuentran y retornan a fascinarnos aquellos relatos y los melodiosos versos que nos deleitaron y que nos inspiraron para seguir las huellas que sus autores nos marcaron.

Se ha manifestado y publicitado en diversas ocasiones y a través de varios medios de comunicación social, la capacidad creativa de los sigseños que, utilizando el arte como medio de expresar sus sentimientos y emociones, han exteriorizado el  yo íntimo  del ser humano, su mundo interior, su microcosmos, el predominio de lo subjetivo sobre lo objetivo. Por eso, hablar de la literatura sigseña  es entrar en un vasto espacio en el cual se podría abordar desde la épica, pasar por la lírica y sin descuidar la narrativa llegar al periodismo, a la oratoria y por ende al arte dramático. Si bien con este planteamiento no deseo confrontar la importancia de tal o cual género, es necesario analizarlos por separado.

Parecería que cada vez se hace más difícil, para quienes se han propuesto esta tarea, lograr una clasificación de importancia, tanto de creadores como de creaciones que acoja bajo un solo calificativo a la múltiple diversidad de textos, de perspectivas estéticas, de marcas a lo largo de la historia con las cuales los autores han accedido “al poder de la palabra en el silencio de la escritura”. Por eso creemos que lo más productivo sería, más bien, dirigir la mirada al lugar y el tiempo desde donde la inspiración de hombres y mujeres sigseñas exteriorizaron su microcosmos y reflejaron la realidad que los tocó vivir.

De ahí que, siguiendo un orden más o menos cronológico ,iniciaré la presente reseña literaria de nuestro querido Sígsig intentando una breve biografía y luego un análisis de sus escritores.

DON CARLOS PESÁNTEZ PESÁNTEZ.-
Estoy seguro que esta no es la primera vez, como tampoco será la última, que se hable sobre don Carlos Pesántez, el “patriarca de capa y sombrero” que dio lustre y honor a su tierra natal utilizando como únicas herramientas su pluma y su creatividad,  y aunque se ha escrito y  comentado sobre la vida de este ilustre conciudadano queda todavía muchas cosas por descubrir y valorar. Veamos los datos que él nos proporciona cuando en su “Última saetilla” publicada en 1942 nos dice
Mis padres Vicente y Berna Pesántez, fueron hijos nativos de este pueblo del Sígsig, sin profesión ni oficio alguno, ambos agricultores únicos porvenir de nuestros mayores; vivían ilusionados a las producciones de sus reducidos bienes y no les alcanzaba el sustento para sus cinco hijos. (.................) Yo nací el año 1872, época en que el pueblo era sumamente atrasada, y tan atrasada que las pocas casas que habían eran cubiertas de sigsal y Zhullín “. Cuando apenas frisaba los cinco años, su padre,  “sin recordar que para dar oficio a los hijos 1° había de darles siquiera escuela, por equivocación  mi padre me puso directamente en el oficio de “hojalatería o pailero” en Cuenca, donde un señor Apolonio Vélez“. Sin embargo, no sintiéndose ubicado en este trabajo, y descubriendo su capacidad intelectual y sus singulares aptitudes artísticas, retorna nuevamente a su Sígsig añorado y es aquí en donde la Saetilla encontrará su cuartilla, el viernes santo su más asiduo devoto y admirador, el taita carnaval su alegre compañero, el comisario su más recta representación, la música de pueblo a través de la banda su insigne director  y la casería su febril pasatiempo.
Conocer a Don Carlos Pesántez, es conocer la historia de Sígsig de fines del siglo XIX y comienzos del XX; toda su actividad estaba enmarcada en un deseo profundo de servir a su tierra con “bienes y persona" de dar ejemplo de trabajo y honestidad, de entrega y dedicación a su esposa e hijos y de profundizar una fe religiosa sólidamente fundamentada en la devoción a la Reina de las Soledades,  representada en la Dolorosa del Viernes Santo.

Siendo un intelectual autodidacta,  siempre a su labor cotidiana  le revestía de galas literarias y para cada una de ellas escribía su verso respectivo. Así por ejemplo, como un corolario de su dedicación a la música, que le permitió conocer a don Antonio Vega Muñoz y a su inseparable compañero de fusas, negras y blancas Miguel Quilambaqui escribía:

                               As escultor tu despedida
                               En el lecho de tu agonía
                               Escribe con lapis y tú pincel
                               Por tu nombre y por artista fiel

“Cuando en 1907 comenzaron mis conciudadanos a rodiarme y suplicarme que aceptara la comisaría. En aquellos tiempos los destinos públicos buscaban a los hombres y no se usaban palanqueos ni ricushicas ni vesamanos ya que huvo insistensias y porfías, contra mi voluntad tuve de aseptarlas con timides y antipatía...” escribe con mucha soltura, pero con seguridad de principio: “La ley nunca debe ser vendida como mercadería ni desviada como congirejo. Este fue el lema de mi administración y carácter rejio” para complementar con estos versos:

                               Para morirme tranquilo
                               Sin enemigo alguno
                               No hay mejor en este mundo
                               No hacer favor a ninguno

                               Nuestros hombres semejantes
                               Imitan a las cerpientes
                               Si no muerden con la voca
                               Pican con la larga cola

                               Para que nadie me envidie
                               Y la fortuna me dure
                               No hay mejor dicha en el hombre
                               El no tener quien le controle.

¡Vaya versitos, ojalá algunas autoridades se aprendieran de memoria y captaran el mensaje para ponerlo en práctica!

No cabe duda que la casería fue uno de sus principales pasatiempos, que a decir de don Carlos le duró tanto como duró su pródiga vida y vale la pena, en esta parte leer la anécdota sobre aquel tan conocido versito del “Oh maldito venado”

                                               Oh maldito venado en nada te ofendí
                                               Solo mi sobrero fue que sacudí
                                               Estaba sin arma y en nada prevení
                                               Y solo por burlarte te apegas en mí

Como queda dicho su más grande afición fue la caza y por ende, esta actividad originó algunos hermosos versos, llenos de transparente ingenuidad, sencillos, modestos brotados a flor de labios, de su espíritu nutrido con sol de campo y agua de montaña. He aquí algunos de ellos.

Por allí dos aves cantaban               Te mando un fianbre bueno                     Que linda es la casería
De gusto que amanecieron             quizá te surta un venado                           las aves en sus libertades
A dos jóvenes que casaban             tan solo por conocer                                  los cazadores en guerrillas
Y por la noche que lloraban          si es lanudo o es pelado                            y las chiquillas de sentinelas

La amistad, la verdadera amistad, es sin duda el elixir de los dioses y nuestro Patriarca de la capa y el sombrero supo beber todo el líquido de su copa, conoció y trabó una productiva amistad con el Dr. Humberto Esquivel, a la sazón, párroco progresista de la campiña de San Sebastián que se entregó por entero al pueblo que servía y no miró obstáculo alguno para transformarlo y ponerlo a nivel de las grandes ciudades culturales, periodísticas y literarias.

“… A propósito de lo que son necesarios los curas párrocos y la armonía de entre los hombres, autoridades y particulares dedico  mis estrofas al Sr. Cura Dr. Nicanor Cobos Serramo cojiendo el tema de las circunstancias:

               La campana y el cura                         Los curas y los pecadores
               Lo forman el pueblo
               El pueblo es colmena              Los curas en sus confesonarios
               Y el cura su reina                     son angeles vendados
               El uno nos llama                       oyen los pecados
               Y el otro nos salva                    pero no saben los resultados.     
               Y donde hay la colmena           Aquí hay mucho que pensar
               Debe haber su reina                 entre el juez y el pecador
               Que nos alimenta                      si hay disputa entre los dos
               Como miel del alma                  prorroguese para absolver
               Si hay amor al alma                  La misión del cura es la más sagaz
               Si hay respeto al cura               la flor de los hombres llamando a la paz
               Debemos conservarlo               centinela firme contra zatanáz
               Como una flor del cielo.            y la porfía del hombre que es mucho más feróz

Como había manifestado anteriormente, Don Carlos es una mina inagotable de enseñanzas, de historia sigseña que tiene en sus saetillas (3) toda una gama literaria que incluye todos los géneros literarios, por ahora me he referido, en una mínima parte a su lírica, queda en el tintero (computadora) aspectos que tiene relación a la narrativa, a la historia, la religión, la política, y una gran miscelánea de sentencias y jocosidades. Pero no quisiera terminar sin darles a conocer su poema: SENSACIONAL, que expresa su verdadero y real modo de ser:
                                                              No escribo por condesender con nadie
                                                              No escribo por ofender a ninguno
                                                              No escribo por da a luz mi nombre
                                                              No escribo por defenderme del mundo
                                                              Ni debo ser víctimo de nadie
                                                              Dejad que corra mi pluma
                                                              En plena libertad y calma

                                                              Hay plumas que se previenen
                                                              Con otras que no admiten
                                                              Los que saben corregir
                                                              Si es fasil ¡por que no escriben.

 (Las faltas ortográficas de los versitos, son propias del autor y siempre que se las transcribe se solicita mantenerlas y respetarlas)


DON JOSÉ LUCIANO PESÁNTEZ MOROCHO.-
El Sr. Luciano Pesántez nació en el cantón Sígsig, fue el quinto  hijo de Don Carlos Pesántes y de doña Carmen Morocho; sus primeros años los vive rodeado entre saetillas, instrumentos musicales, pertrechos para la casería, disfraces para semana santa, mantos, túnicas, chantas y sobre todo versos recitados y escritos por su padre, don Carlos Pesántez, que fue forjando al hombre en ese ambiente  de tradición  e intelectualidad, en una atmósfera de trabajo, respeto familiar y fundamentalmente un excesivo cariño a su lar natal. Por esas cosas que tiene la vida. JOLUPE (José Luciano Pesàntez) se lanzó a la aventura y abandonando su hogar, como lo hiciera su padre en su tiempo, llegó a la tierra de las mujeres hermosas, de la sal prieta el machete y el sombrero de paja toquilla, la tierra del  montonero que con Alfaro a la cabeza transformó la historia de nuestra patria imponiendo una nueva forma de hacer política: la liberal.

Sin embargo los atardeceres serraniegos, el Huallil, el Alcacay  y San Chavita le hicieron retornar al hogar de sus padres.

Los amigos de los juegos infantiles, de las época de su adolescencia se vuelven a encontrar años después en las orillas de los ríos orientales y en un mudo identificarse comienzan a buscar entre las areniscas el ansiado oro.

Pero como lo que se hereda no se hurta, el Sr. Luciano, luego de una preparación académica, ingresa a las filas del magisterio y en su entrañable Hermano Miguel pone todo su empeño y conocimiento a la disposición de sus queridos alumnos que llevan hasta hoy el recuerdo imborrable del sargento Luciano.

 Y esto de “sargento”, no es una falacia, es el resultado de su vivencia, que luego, utilizando esa vena de escritor que le viene de familia,  la imprime en su “Ojeada histórica” que hace referencia a la guerra del 41 y en especial al tema “sucedió en Calaglás”, en donde a la manera de Olmedo, y ,en una hermosa pieza de carácter épico, nos narra los hechos que junto a don Vicente León Samaniego,  tuvieron que soportar y enfrentar para evitar que los jíbaros, azuzados por los peruanos asolaran toda nuestra región sur oriental, y en especial el ahora, cantón Gualaquiza.

La obra literaria del Sr. Luciano, se enmarca, como queda dicho, en el ámbito de la epopeya (género épico), pues el paso por el batallón Calaglas N° 3 influenció en forma definitiva su poesía, la misma que demuestra nuestro aserto en una poesía con clara influencia del Olmedo, a la que le llama Sinfonía de un recuerdo, cuyos primeros versos rezan de la siguiente manera:


                               Al crepitar violento de los siglos
                               Por cumplir el soplo del destino
                               Un gran Cacique de proverbial ancestro,
                               Plantó aquí la lanza de los grandes
                               Frente a los protervos desmanes del sur.
                                               (...............................)

                               Desde el Cuzco lejano curacas y señores
                               Surge nefasta misión desoladora.
                               En ancha herida que los pueblos desgarra,
                               Cuando Túpac Yupanqui lo proclama
                               El imperio servil de un continente.

Otra faceta de la vida del Sr. Luciano, es aquella que dedica a la educación y formación de los niños sigseños, en quienes, a más de infundirles conocimientos de tipo académico, no descuida el despertar el valor cívico, que hoy por hoy, se va perdiendo en nuestra juventud. Y como dijera anteriormente, lo que se hereda no se hurta, nuestro “sargento” no descuidó el género lírico, versos escritos con profundo amor a su tierra natal, como por ejemplo: Decálogos del buen sigseño, CON NOVEDAD EN EL FRENTE, que es un folleto  dedicado a publicitar la historia de Sígsig, luego de arduas investigaciones, y en la que expone el gran escritor diferentes aspectos de nuestro convivir.

YO SOY GUAPO

Yo soy puro bien sigseño              Es mi gloria haber nacido            
Y me he dado el compromiso        bajo el sol que se ha encendido
Con la tierra en que nací                con las llamas del valor
De ser guapo entre los guapos      y me gusta ver la muerte,
Y por eso muy ufano                       echar rondas con mi suerte
Yo le canto a mi país                       con mi vida y con mi amor.       

                Fue un hombre, como somos los sigseños, que amó en forma desmesurada a su lar natal, pero también fue cáustico con aquellos que renegaban de su nacimiento, esto le llevó a formular una cierta calificación para los sigseños:  (ver con novedad en el frente, pag. 50)

Lcdo. Gonzalo Pesántez Reinoso.-
Aunque por motivos de estudio, Gonzalo Pesántez Reinoso se ausentó de su lar natal, jamás desconoció o soslayó su lugar de origen, más bien sus estudios, secundario y Universitarios realizados en la ciudad capital, Quito, permitieron que esa creatividad a flor de piel que tenemos los sigseños, fluyera como un manantial de de sentimientos, emociones y recuerdos plasmados en versos que hicieron que, Hernán Rodríguez Castelo, lo ubicara dentro del grupo de poetas formado por: Francisco Tobar, Filoteo Samaniego, Francisco Granizo y otros  destacados vates.

Gonzalo Pesántez, inicia su producción lírica a través de la publicación de su poemario “Palabras” por el año 1951, texto que recibe el reconocimiento y aplauso de las letras ecuatorianas.  He aquí una muestra de su lírica.

Mi Plegaria
 Fragmento

Con el hondo silencia de mi dolor profundo
Hasta tus plantas vengo temblando de ternura;
Tengo miedo mirarla porque mi barro inmundo,
Enturbiará los lagos de tu mirada pura

Si, madre, yo he pecado y no soy más que cieno;
Ya no vengo a tus plantas con pureza infinita,
Sólo traigo mi pecho con amargo veneno
Y un alma pecadora, dolorida y marchita

Si don Carlos Pesántez fue el artífice e iniciador de la literatura sigseña, allá por los años 1927, con sus Saetillas y otros escritos, la villa de San Sebastián tendrá una etapa de luz y cultura en  la década del cincuenta, durante el brillante ejercicio sacerdotal del Padre Humberto Esquivel Bermeo, que sin ser sigseño de nacimiento, dio a nuestro cantón toda su cultura, creatividad y dinamismo. Al cura Esquivel, le tocó dirigir su grey cuando la crisis económica asolaba  la región, pues el tejido del sombrero y la extracción del oro sufrió uno de los más fuertes colapsos, sin embargo la voz firme del sacerdote hizo que nuestros conciudadanos, al igual que el ave Fénix, se levantara de las cenizas para emprender un raudo vuelo. ¡Cómo alcanzar tan difícil objetivo?. Pues  pasando de las palabras a los hechos... y fundamentándose en la fe, el trabajo, la educación y la cultura, derrotar la adversidad y construir un nuevo Sígsig.

La obra del Dr. Esquivel fue grande, y entre otras cosas reparó la casa municipal, construyó capillas en Tullopamba, Tasqui, Pueblo Viejo, Zhiotor, la iglesia de la nueva parroquia de Guel, y de la nueva parroquia de Cutchil, la segunda catedral en el Sígsig, el hospital en Alcacay, la casa conventual, la casa para la planta eléctrica la gran máquina de tejidos pedido al Instituto, la imprenta, que el personalmente trajera desde Cuenca, y muchos implementos e imágenes tan necesarias en su templo. “El señor párroco, por el día de hoy, debe tener el mismo tema y llevar la misma idea de nuestro Patrón San Sebastián, el que recorre bosques y colinas, montañas y cordilleras, y a donde que va lo reciben muy bien, y el Santo se contenta con lo que le da”.

Sacerdote y periodista,  preocupado por la cultura, la educación, el adelanto físico del cantón, adquirió una radiodifusora: HC5HE, radio Sígsig que con sus audiciones, llena de entusiasmo a la población  por entonces sumida en un silencioso atraso, abandono y pobreza

En el campo literario-periodístico, no hay duda que su máxima obra fue el BOLETÍN PARROQUIAL, que lanza a circulación su primer número el 20 de enero de 1950 y que a través de sus páginas hacía labor espiritual  y a la vez material.

Quienes tuvieron a cargo la dirección, redacción y circulación de este importante medio de información son las siguientes personalidades:

 
Director:Rvdo. Padre Dr. Humberto Esquivel
Jefe de redacción Sr. Rafael Pesántez
Redactores Sr. Luciano Pesántez y, Miguel Pacheco.

 En las breves columnas de Boletín Parroquial quedó registrada la historia del Sígsig a lo largo de más de un lustro. Desde ellas se defendieron los intereses del cantón con talento y altivez  y lo más importante es que sus escritores y reporteros fueron gente sigseña con una capacidad intelectual que, dado los años de su labor periodística y las reales situaciones, sorprenden al extremo.

Periodistas, dignos de merecer el reconocimiento nacional, bajo diversos seudónimos: sagitario, Observador, B Juco, cantaclaro, maestro Tacuri, etc. que respondían a los nombres de Miguel A. Pacheco, Rafael León, Luciano Pesántez, Rafael Pesántez y otros valores de la cultura sigseña que utilizando las páginas del rotativo expusieron su manera de pensar, la defensa de su pueblo, la narrativa al más alto nivel y la política con todos sus compromisos; pero no descuidaron la parte jocosa, que a través de la sección:  “Que te parece cholito” y las propagandas de los comerciantes  que anunciaban sus productos, alegraban a los lectores

El tiempo transcurre y la producción literaria sigseña nunca descansa, esporádicos escritos se difunden en diversos medios hasta que en 1979 – 1980 toma la posta el sigseño, más sigseño de todos los tiempos, DON LAURO GUILLERMO ORTEGA PESÁNTEZ, que secundado por un grupo de sigseños, profesores del Colegio Técnico Sígsig, publican el primer número de la revista FAZAYÑAY, órgano de difusión cultural que se convertirá en la panacea literaria para que alumnos y maestros , a través de la poesía y de narraciones ,exterioricen sus sentimientos que por lo general están orientados a ensalzar a su tierra natal y a su colegio.

                Referirse a Guillermo, es una tarea tan difícil, no por él sino porque su deceso aún nos duele, porque su prematuro viaje nos dejó un vacío insondable, una pena inconmensurable que jamás lograremos superar, porque fue un amigo infinito que siempre vivirá  en cada rincón de Sígsig. José León Samaniego, no hace mucho, en un artículo decía. “quiero recordarte como eras, con la sonrisa en los labios y la palabra suave, con el abrazo sincero y el alma generosa. Multifacético hombre de cultura, pasabas con elegancia y donaire de la expresión jocosa al pensamiento profundo y filosófico. Vida de juglar y mecenas de ideales; teatrista, cuentista, pescador y deportista. Quienes tuvimos la suerte de compartir contigo el camino, nos sentimos felices de haberlo hecho y, para quienes caminan detrás, serás la luz, la guía; el torrente que refrescará el alma y el lecho que reposará el espíritu.”

El Sr. Guisho, como fraternalmente le tratamos todos y en especial sus alumnos, fue el mentalizador, el que impulsó en sus amigos y compañeros el amor a la literatura, a esa literatura que descubrió las facetas de nuestro pueblo y del querido colegio Sígsig. Fue él el que descubrió y esculpió muchos de los escritores que hoy dan brillo a nuestra comarca.

Guillermo no solo transitó el arte de la literatura, fue también un excelente maestro, un incansable investigador y un periodista de primer orden, he aquí algunos títulos que confirman mi aserto : Autor del libro “Sígsig de la historia a la esperanza; Director de la revista Fazayñan; miembro del Consejo Editorial del Boletín Alcacay, sus artículos fueron múltiples y con diversa orientación y en más de una ocasión, llevado por esa humildad transparente escribió con el seudónimo de Justo Cresencio Saytama.  Entre otros lo siguiente: don Levino en la vida y en la muerte, Sígsig un patrimonio múltiple; Banda del pueblo; Unas coplas pa mi pueblo; Guamán; Del sector rural; Décimas; todos y cada uno de los editoriales escritos en la revista Fazayñan, etc. Etc.  He aquí una pequeña muestra de su creación, el poema está firmado por Justo Cresencio Saytama, seudónimo empleado por Guillermo Ortega:

               Dende el cerro donde vivo                       medio jumo estuve un día
               Entre este verde maizal,                            chugniento y malencarado
               Tiritando por el frio,                                    parecía emparamado,
               Voy a escribir para todos                            como chumal mal envuelto;
               Unos cuantos garabatos                              me citó la autoridad
               Que tengo guardados dentro                     por estar en trazas,
               Deste shungo atolondrado                          tanto me malmodió
               Que muy pronto calmará                             que me dejó como nuevo

En  su artículo titulado “Del pasado que se añora” publicado en la Revista Fazayñan nos dice:

…caminamos en el tiempo por el empedrado sonoro de las antiguas calles de la loma de San Marcos, por Tudul, por el Venado, por el barrio alto y el barrio bajo; desde la altivez añorada del viejo pino situado al filo de la Restauración hasta el cobijo del sauce llorón en las afueras del pueblo…vengo de presenciar la llegada del Guamán y sus misterios de hacer lavar la mugre de nuestro ropaje con la Marcela Guartasa…. De escuchar que el sucho cayó en la acequia…de leer las saetillas de taita Carlos y el “que te parece cholito” del Boletín Parroquial....

Franklin Zhimnay Pulla 
 Otro gran poeta sigseño es sin duda Franklin Zhimnay Pulla, sigseño que ha seguido las huellas de  sus coterráneos,  y que con sus versos es la tierra fértil que dio el fruto deseado, es la satisfacción que sentimos los maestros cuando vemos que el granito de mostaza se convirtió en un árbol frondoso que con sus ramas, a más de producir sombra para los pies cansados se convierte en el nuevo norte de nuestra cultura. Adelante mi estimado amigo que los otros ya se fueron, pero siempre en Sígsig debe estar encendida la luz de la cultura y del arte literario, quizá tú seas, con tus creaciones literarias el norte a seguir de aquí en adelante.

Franklin es un Poeta  joven, que ama su arte, que no mira obstáculo alguno para contribuir con sus versos a la literatura sigseña, ha publicado dos libros hermosos de poesía del que extractamos el siguiente fragmento:

Cantares
  fragmento

Quiero verte en el jardín,
Cual madreselva confundida,
Con la rosa y su confín,
En un remanso escondida

Quiero ver tu manantial,
Siempre fresco y translúcido,
Con un canto otoñal
Alguna vez perdido.

En sus poemarios :”Cantares” y “ La vida…romance y sueño”, el Poeta expresa  “….toda la forma de sentir del ser humano; con un lenguaje sencillo y lleno de una verdad inmensa como lo es el amor a la vida, a la libertad y mas aún del amor al amor”,

Franklin, con sus versos nos traslada por los senderos del convivir sigseño, canta al amor, a la esposa, a la mujer, al padre, al amigo, a la libertad,  a la Madre celestial, La Virgen de Tudul, destaca el anhelo de que su pueblo cambie, por eso en su introducción al libro “ La vida…romance y sueño” nos dice: ..no pretendo levantarme con el estandarte de la justicia o libertad, es de comprender que una estrella sola no alumbra el cielo infinito de mi pueblo; son necesarias muchas más que acojan el pensamiento sincero y pongan alas a ese grito   preso en la garganta y lo dejen volar … los cuatro puntos cardinales de nuestro pedazo de patria que está ansioso por caminar hacia adelante”   

Para terminar, con el Dr. David Samaniego: “...todos los pueblos tienen broqueles que modelan almas para la grandeza; lo que sé a ciencia cierta, es que los sigseños somos seres privilegiados porque tenemos una rica herencia de variados matices que hace que los nacidos en este pueblo recostado en las estribaciones de nuestra cordillera, seamos personas de horizontes amplios, de ambiciones sanas, de voluntad de acero, de corazón magnánimo; personas dotadas con el don de la fe en sí mismos, en Dios y en la Patria; seres siempre listos para juntar las manos y arrimar los hombros en bien de la sociedad...”  (D.S.T.) .

Quizá sin la trascendencia de los mencionados, es nuestra obligación hacer constar en estas páginas el nombre de sigsseños y sigseñas que dejaron que aflore su vena literaria y escribieron poesía o relato, durante su vida estudiantil, pero que nuestra esa facilidad y belleza al escribir, puesto que es un talento que está ahí en forma recesiva y que esperamos alguna vez se decidan a seguir creando esos nombres son : Aramita Jiménez, Lupe Salinas Díaz, Nancy Brito B, Frasez. John Farez, Alicia Samaniego. Guillermo López y otros.

También una manifestación de la belleza, a través de la palabra, se alcanza en las publicaciones periódicas de revistas o rotativos, quincenales o mensuales,( no sin razón existen críticos que ponen al periodismo como un género literario) y en Sígsig se publicaron varios de estos medios de información, que al ser escritos con belleza, se ubican en el ámbito literario. Así tenemos, por ejemplo: la Revista Alcacay, editada en Quito, por un grupo de sigseños residentes en la capital, que en homenaje (por dos oportunidades) a las Festividades de cantonización nos hicieron llegar sus ejemplares; la típica “Revista” que año tras año, la publican los diferentes Clubes que participan en la Jornadas Deportivas; la revista Alcacay, que con el auspicio de la Vicaría del Sígsig, la Dirección General del Padre Rafael Cabrera y un Consejo Editorial integrado por el Dr. José Faicán, Ing. Graciela Quezada, Sra. Martha Bermeo y Lic. Rómulo Moscoso, nos informaron, enseñaron y deleitaron con su valioso contenido.

Sin duda que la sangre sigseña tiene muchos glóbulos literarios y es por esto que esperamos que las nuevas generaciones continúen con esta hermosa labor que es la de leer y crear, de plasmar con belleza las emociones, los sentimientos, las tradiciones y todo lo bello que inspiran nuestros paisajes sigseños, sus mujeres, sus ríos, sus lagunas,y todo lo sublime que el Señor dio a esta nuestra patria chica.

               
EL TEATRO IDENTIDAD SIGSEÑA.-
Hoy el tiempo va de prisa, la tecnología nos impone nuevos retos, la post modernidad, que no es más que el síntoma de una pereza mental, unida a lo que se ha dado en llamar “la cultura light”, esa forma de vida que cae absurdamente en la indefinición e indeterminación de la persona, ha hecho que nuestra juventud pierda interés por la producción teatral; la internet, la computadora, más aún la lapto , por su facilidad de transporte, los CD,s en todas sus formas y usos, el celular, etc. han alejado a nuestros niños, adolescentes y jóvenes de lo que es lectura, poesía, dramática. No es posible; o en todo caso, sumamente difícil hacer que se involucren en el quehacer artístico-literario: que lean, que escriban, que investiguen y mucho más complicado despertar el interés por “las tablas”.

Y es que acaso ¿el tiempo pasado fue mejor? Posiblemente si, en especial en lo que tiene relación con la producción teatral. Los sigseños llevamos en nuestras venas sangre dramática, inclinación al teatro, inspiración para sentirse realizados cuando estamos interpretando un determinado personaje, sabemos adueñarnos del “papel” a representar, sabemos vivirlo a plenitud y sobretodo sabemos, como públicos espectador, valorar, llorar, sentir, decifrar el mensaje y aplaudir de pie a los actores y sus actuaciones.

Hoy, a pesar de esa “sangre dramática” que tenemos no se hace teatro, por esto queremos plasmar, en una constancia escrita, nuestro desempeño en el género dramático. Dejar para la posteridad y como un estímulo para las nuevas generaciones, una semblanza de lo que fue para el Sígsig las presentaciones de obras teatrales, sus artistas y su mensaje.

Sin caer en la vanidad o el orgullo, nos atrevemos a decir que son muy pocos los cantones  que han abierto sus puertas al teatro y, concretamente en la provincia del Azuay, el cantón Sígsig es el único que tiene esta predisposición, esto, por aquello que venimos sosteniendo ,que sus hijos tienen mucho de bohemios, soñadores, lectores, amantes de la cultura .

El teatro  y su difusión en Sígsig ,es consecuencia de la presencia de los sacerdotes salesianos, que se radicaron aquí para iniciar la evangelización en el sur oriente pero que descubrieron los grandes valores de este pueblo y sembraron la semilla de las diferentes ciencias y artes.

Según se conoce, por el año 1912, el salesiano Cayetano Tarruel, al ver la inclinación artística de los sigseños, formó su primer elenco artístico-teatral con sus primeros discípulos: Tomás Arévalo, Isaac Reinoso,  Samuel Arévalo, Hilario Espinoza, y Rafael Pesántez Lafebre, entre otros. Para iniciar y estrenar el Teatro Salesiano (otro desliz imperdonable fue el permitir  que se destruya el local de este símbolo de la sigseñidad) prepararon y presentaron la obra “Don Frutos en Beltiche”.

Este fue el inicio de una trayectoria luminosa que se consolidó cuando se formó el “Círculo don Bosco” halla por el año de 1920 con el sacerdote José Félix González y don Isaac Reinoso Espinoza dos grandes del arte dramático que, con férrea disciplina, constancia y sacrificio fueron forjando a los “artistas” que supieron captar el arte y no defraudar a su director y mucho menos a su público. Los nóveles actores fueron: Alfonso Pesántez Illescas, Luis Manzano B. Manuel Samaniego M, Levino Arévalo Vicente Reinoso, Secundino León, Manuel León y Antonio Sarmiento. Este grupo de sigseños, querendones de su quehacer artístico, con mucho empeño y entrega prepararon y presentaron varias obras entre las que podemos citar las siguientes: “Tomás Moro”; “La Patagonia”; “El soldado de San Martín”; “Lo que no pudo ser”.

Cabe destacar y relievar que los sigseños, fue un público que valoró el arte dramático, las funciones tenían siempre un lleno completo y el comportamiento durante el desarrollo de la pieza dramática fue de mucho respeto y admiración; un silencio profundo servía como marco de fondo a la función y cuando ésta terminaba no se hacía esperar la ovación cerrada de un público cariñoso que valoraba la actuación de sus artistas .

Posterior a don Isaac Reinoso, se vive en nuestro cantón una especie de letargo teatral, no por falta de entusiasmo y deseos de actuar sino más bien por la dificultad de conseguir obras de teatro; pero gracias a Dios, en 1942, llegan a nuestro querido cantón dos grandes del arte escénico, los sacerdotes Luis Moreno Echeverría y Alberto Valverde mismo que al tener noticias del Círculo dramático Don Bosco reinician sus actividades y convocan a un nuevo elenco formado por jóvenes que llevan sangre de juglar y no se hacen esperar, ellos son: Rafael León S., Antonio Cabrera, Leoncio Arévalo, Gilberto Villavicencio , Miguel Ortega, Manuel Bermeo (destacado en los papeles de villano) Luis Ortega, José León S. Soledad Pesántez, Zoila Luz Sarmiento, Joselino Reinoso, Margarita Sarmiento, Gonzalo Illescas, Tobias “Tuco” León, Germán y Pedro Morales figuras cimeras, identidad y progenio del teatro sigseño.

Señalaremos que siendo el drama, la expresión preferida por el Círculo, este tenía un complemento al estilo español, pues para distender la emoción sentimental, que tenían muchas de las representaciones, que provocaba en el público lágrimas de tristeza , se concluía la velada con un sainete que lograba arrancar la sonrisa y la carcajada de los asistentes, y para este tipo de actividad, no había persona que supere a Tobías “Tuco” León y Germán Morales.

Las obras teatrales representadas en esta época fueron: “Trabajo y honradez”; “Los dos sargentos”, “Soldado de San Marcial”, “La vuelta del veterano”, “Lázaro el mudo”, “Los dos jorobados”, “He matado a mi hijo” , “Diablo en frac”, “Secreto fatal”, “Hijo y padre”. Todas la obras que hemos enumerado, y que fueron puestas en escena, terminaron la galería  salesiana  y aquellas conocidas en ese entonces.

 “…En el quehacer dramático existe un personaje, que casi nunca sale a la luz,y a quien se le debe el éxito o fracaso de una representación; es el apuntador o sugeridor, que tras bastidores sufre los momentos de la actuación. Curiosamente el Círculo Don Bosco tuvo a un hombre que los acompañó siempre: don Francisco Morales Pesántez. cuya profesión en el teatro fue sugerir y sugiriendo se fue al cielo…”

El tiempo transcurrió, los salesianos se retiraron del Sígsig, muchos “actores” salieron a la ciudad de Cuenca y el teatro volvió a una nueva etapa de transición y letargo. Pero, como ya se manifestó en líneas anteriores, tenemos sangre de juglar y lo que se hereda no se roba ,hizo que entre cuadernos, textos de estudio, deberes y lecciones un grupo de estudiantes, dirigidos por José Sánchez Z. iniciaran una nueva etapa en las “tablas” y tomando un nombre significativo “LLactaman” iniciaran un nuevo ciclo, claro está con nuevas técnicas, y obras pero con la constante de la disciplina, trabajo y esfuerzo. José Sánchez toma obras de la narrativa ecuatoriana y adecua un libreto para poder dramatizarlo y se logra presentar “Boletín y elegía de las mitas”, “Huasipungo”y otras obras de autores ecuatorianos como “Q.E.P.D.” “Faltas justificadas”, “El cuento de don Mateo”, “Ataúd de cartón”, “No hay isla feliz”,  “Médico a palos”.

En este nuevo ciclo destacan: José Sánchez (director y guionista), Pedro Morales destacado actor en representación de indígenas, Roger Bermeo, Mauricio Pesántez, Soledad Tello, Carmita Cabrera, y otros.

Un espíritu que nació y creció en un escenario, no puede someterse a la inactividad teatral y es así como los jóvenes de LLactaman, ya convertidos en profesionales docentes, inyectan en los estudiantes del Colegio Nocturno ese gusto por el teatro y se logra montar algunas obras en donde destacan por ejemplo: Alicia Samaniego, Mercedes Zhimnaycela, Guillermo Ortega, Carlos Morocho.

Posterior al grupo de teatro LLactaman, se formaron varios grupos que tuvieron una duración efímera pero que trataron de llevar en ristre la tradición teatral, en esta parte  vale le pena mencionar el esfuerzo y dedicación que puso Aramita Jiménez, que jamás se conformó con dejar las “tablas” y hasta el día de hoy hace todos lo posible por rescatar esta actividad cultural, nosotros nos unimos a esos buenos ideales y deseos y ojalá podamos ver representada una obrita más de teatro. Es difícil, por lo que ya mencionamos, la bendita tecnología que tiene cautiva a la juventud, aunque no es imposible y soñar no cuesta nada.

Esta síntesis teatral no quedaría completa si es que no hacemos referencia a las “dramatizaciones” que, por diferentes motivos, generalmente de carácter religioso, fiestas de San Sebastián o María Auxiliadora; de carácter deportivo: la inauguración de las Jornadas Deportivas  o de carácter social: carnaval, fiestas de abril, etc. las realiza don Tobías León Salinas acompañado de nuestra recordada Irma Galarza o de nuestra simpática y ocurrida María Coronel Cabrera, que con sus imitaciones a personajes o estampas propias de su talante, son las delicias de la gente que disfruta de sus “locuras” y buen humor.

 

2 comentarios:

  1. Muchas gracias al Lic. Pedro Morales por haberme incluido en esta selecta herencia de la pluma sigseña, en verdad y con la humildad del caso le agradezco porque creo que espacios como éste hacen que nuestro pueblo siga más vivo que nunca. Debo manifestar que en realidad son tres los libros publicados: "Cantares", "La Vida...Romance y sueño" y "Antología de una nostalgia". Estoy trabajando en el cuarto libro y espero que en un par de meses esté listo...Nuevamente gracias por sus comentarios que me ayudan a seguir adelante.
    Franklin Zhimnay Pulla

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  2. Es usted mi estimado Franklin, quien merece las gracia, por su dedicación, su amor a la tierra querida y por permitirnos disfrutar de esa creatividad que llena el alma y los sentidos.

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