Los
habitantes de Sígsig han ido construyendo su identidad cultural a través de sus
formas de vida y de producción, de sus relaciones con la naturaleza y con la
sociedad, de su concepción del mundo y de sus prácticas sociales y religiosas.
La
identidad en las formas de producción se manifiesta en el trabajo combinado de
la agricultura y la artesanía, una agricultura de autoconsumo y una artesanía
comercial. Esa ha sido la forma tradicional de producir del habitante sigseño
y, en general, del habitante del Azuay. Por otro lado, la concepción del mundo
y la manera de relacionarse con la naturaleza y con un ser supremo, son parte
de nuestra identidad. Al respecto, el Sígsig se caracteriza por ser un pueblo
profundamente religioso que celebra con fervor las festividades en honor a los
santos patronos de las parroquias. En su honor se han construido iglesias,
capillas, altares, muchas de ellas de valor patrimonial; para las imágenes se
han fabricado coronas y adornos de oro, plata y piedras preciosas de gran valor
artístico; se han confeccionado delicadas casullas y demás ornamentos sagrados
para uso de los sacerdotes en los oficios religiosos que forman parte del arte
religioso y constituyen bienes patrimoniales.
Todas
estas formas de producción y modos de vida de la sociedad sigseña forman parte
de la identidad cultural y de su riqueza patrimonial que se ha ido
enriqueciendo y acrecentando con el tiempo. Son estas manifestaciones y
expresiones las que deben ser preservadas mediante un manejo integral del
patrimonio cantonal.
En
esta perspectiva, el Instituto Nacional
de Patrimonio Cultural Regional 6, en coordinación con el GAD Municipal de
Sígsig, ejecutaron el proyecto “Manejo integral del patrimonio cultural
material e inmaterial del cantón Sígsig”, para integrar los
aspectos socioeconómicos al análisis del patrimonio ya que se consideró al
patrimonio como construcción social, fruto de la dinámica cultural local
cargada de significados que han prevalecido en el tiempo y que constituyen el
patrimonio del cantón. Este patrimonio material e inmaterial, junto con el
patrimonio natural, constituyen el valor más preciado de la sociedad que hay
que preservarlos.
Ahora,
esperamos que es esta nueva administración asuma con responsabilidad estas nuevas competencias que sobre los bienes patrimoniales
adquierieron, con la promulgación del COOTAD.
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