En base a la
descripción y análisis de los principales atributos tecnológicos y morfológicos
presentes en la colección de artefactos líticos, recolectados por Susan Pollock,
nos demuestra que la industria de lítica de Chobshi está constituida por
cuarenta y seis tipos de herramientas diferentes; entre ellas: cuchillos,
buriles, lascas retocadas, barrenos, machacadores, puntas de proyectil
lanceadas y pedunculadas, y raspadores terminales y laterales. “Uno de los
rasgos más raros de la industria de Chobshi es el número respetable de
implementos de hoja, especialmente raspadores. Esto no es usual en los Andes, ni
tampoco se espera donde la mayor parte de la materia prima es relativamente
difícil de trabajar en contraste con la obsidiana del Norte del Ecuador” (Lynch
y Pollock, 1981:102).
Parece que los
cazadores de Chobshi se desplazaban menos en busca de materia prima: Diversos
cherts y rocas metamórficas se encuentran frecuentemente en las cercanías de la
cueva, particularmente en la quebrada del Puente Seco y en el río Santa
Bárbara. Su aprovisionamiento debió ser simple, limitándose el hombre a
recogerlas de las orillas o el interior de los cursos de agua. (Salazar,
1988:117).
En el sitio no
se han encontrado las denominadas puntas de proyectil “cola de pescado”; pero
están presentes instrumentos elaborados en obsidiana aunque en un número muy
reducido (que no pasa la docena). Ernesto Salazar (1984:50), en base a los
análisis llevados a cabo en el Lawrence Berkeley Laboratory de la Universidad
de California, indica que las piezas de Chobshi provienen de Quiscatola o
Yanaurco Chico (ambos yacimientos con obsidiana de igual composición química).
Lo que nos lleva a pensar que en este periodo se dieron distintos procesos
tales como los cambios de movilidad en el uso del espacio, y el desarrollo de
amplias redes de interacción entre poblaciones de distintos ambientes, lo cual
era complementado con una importante interacción de información, como recurso
vital para un mejor conocimiento del territorio.
La conclusión
establecida por Robert Bell acerca de la industria lítica de Chobshi, difiere
sustancialmente de aquellas de otra parte del Ecuador, en el área de El Inga y
que en realidad estaba más cercana a los conjuntos peruanos, este juicio se dio
debido a sus observaciones acerca del predominio de chert sobre la obsidiana y
a la ausencia de puntas de cola de pez característica de la cueva Fell y otros
tipos de puntas de proyectil típicos de El Inga, y la presencia de puntas con
espiga cónica (Bell, 1974:68). Sin embargo, con mayor evidencia material Thomas
Lynch señaló que Chobshi tuvo lazos culturales con área de El Inga así como con
la de Perú. “En términos generales, la industria lítica de Chobshi recuerda
otros yacimientos andinos en sus variados tipos de instrumentos” (Lynch y Pollock,
1981:117).
Es decir los
proyectiles líticos encontrados en Chobshi se asemejan mucho a los ubicados en
el complejo de Ayampitín (Argentina), y Lauricocha (Perú), lo que sugiere que
formaron parte de una gran tradición lítica de cazadores avanzados de la
cordillera andina.
La abundancia de
loess seco existente en el sitio, ha permitido la buena conservación de los
restos óseos pertenecientes a especies de animales que el primitivo ser humano
se sirvió para su alimentación y la fabricación de diferentes instrumentos.
Gustavo Reinoso clasificó la industria ósea de Chobshi en punzones, cuchillos y
alisadores. “Los punzones habrían servido para agujerear las pieles y a través
de las aberturas coserlas, confeccionando así las elementales prendas de
vestir, y acaso también las bolsas de cuero, para transportar alimentos y
enseres de caza” (Reinoso, 1993:152).
En definitiva;
la recolección de plantas, las herramientas líticas y las evidencias de fauna
encontradas en el Abrigo Rocoso de Chobshi testifican que dieron una respuesta adecuada
a sus necesidades, lo que nos permitiría hablar, según Salazar (2008:87), “…de
una economía generalizada y de amplia visión”.
Creemos que aún
nos queda mucho por descubrir y aprender sobre este periodo. Entre otras cosas,
su mundo simbólico e ideológico, otras formas de vivienda fuera del abrigo
natural, su forma de vestir, sus alimentos complementarios, sus hábitos
sociales y, acaso, su arte rupestre.
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