Motivado por la controvertida atribución cultural y sobre todo porque muchos de los sigseños tienen interés de saber más sobre su historia; hemos creído pertinente realizar una recopilación histórica de las polémicas y revelaciones sobre una de las obras artísticas más importantes de la orfebrería prehispánica del Ecuador conocida tradicionalmente como el Dios Sol y en nuestro medio como Chunucari.
Esta pieza arqueológica es una lámina áurea martillada y repujada con distintivos céfalo-antropomorfos de 60x40 centímetros de tamaño, orlado de 46 rayos ofídicos en todo su esplendor, es de oro de 21 quilates y pesa 284,4 gramos. En la actualidad reposa en el Museo Nacional.
Sin duda, que la riqueza simbólica e histórica de esta pieza que actualmente es el logotipo del Banco Central, ha sido objeto de intensas discusiones y por ende tiene una historia bastante controvertida que ha generado diversas especulaciones respecto a su filiación cultural y a su verdadero lugar de hallazgo.
Durante estas últimas décadas se han generado varios ensayos que tratan de resumir el debate, unos con más tendencia de reclamo que otros. Algunos de estos ensayos fueron tratados dentro de estudios iconográficos más o menos extensos, otros por su lado, pusieron énfasis en la elaboración de una tesis en función a la composición de sus minerales, más no profundizaron en el contenido simbólico e histórico de la representación, a sabiendas que entre las culturas prehispánicas los símbolos o signos expresan las ideologías religiosas.
Todos estos documentos quienes además son complementados con otros artículos publicados en los principales diarios del país y documentos de primera mano que en su mayoría son copias y entrevistas que ha tenido la gentileza de proporcionarnos el doctor José Faicán oriundo de Sígsig, los mismos que han sido facilitados por los familiares cercanos de Max Konanz, custodio por algunos años del “Chunucari” nos han permitido editar un libro titulado “Chunucari: Origen, Historia e Identidad Sigseña” el mismo que fue presentado al publico el 16 de abril en acto de sesión solemne en honor a un año mas de cantonización de Sígsig.
En este estudio tratamos dos capítulos: El primero a modo de introducción, llamado “SÍGSIG; LOS TIEMPOS MÁS ANTIGUOS”, en la cual se indaga a manera de síntesis la historia desde su poblamiento inicial, es decir desde los cazadores-recolectores de Chobshi, pasando por el periodo Formativo, Desarrollo Regional e Integración; la explotación minera en la época colonial, y para finalmente indagar a breve rasgo el período republicana.
En el segundo capítulo analizamos de manera concreta la polémica acontecida en torno a una de las piezas más importantes del arte precolombino ecuatoriano. A este capítulo lo denominamos “CHUNUCARI UNA HISTORIA CONTROVERTIDA” en el que ponemos a consideración todos los documentos disponibles como son los estudios del Dr. Francisco Valdez, la Dra. Karen Bruhns, la historiadora del arte Costanza Di Capua, Dr. Ernesto Salazar, Lcdo. Guillermo Segarra, de los periodistas e historiadores Dr. Miguel Ernesto Domínguez y Rafael Pesantez; además utilizaremos otros escritos proporcionados por el Dr. José Faicán, los mismos que corresponden a familiares del ex-propietario del Chunucari señor Max Konanz.
Puede resultar trillado, pero no quita de ser verdad que para valorar algo hay que conocerlo, razón por la cual el objetivo de este trabajo es destacar, no sólo la importancia del Chunucari como emblema local, sino la conexión indisoluble que existe entre éste y la sociedad sigseña. Reiteramos que esta obra que es con la más sincera simpatía lo dedicamos a todo ese colectivo estudiantil que mañana serán quienes lidiaran para reivindicar nuestros valores culturales.
Estamos consientes de que esta primera edición es como un ensayo que proponemos a los estudiosos para conocer sus opiniones y corregir luego algunos errores, defectos y omisiones; por tanto, quienes hacemos parte de este trabajo nos sentimos honrados y agradecidos si los instruidos en la materia se dignan hacernos notar para futuras correcciones ya que su avance está condicionado a la revisión, enmienda y ampliación constante.
En fin, pensamos que no agradaremos a algunos, pero nos conformamos con aportar con una parte de la historia que tiene Sígsig y aumentar así inquietudes al amigo lector.
Algunos de los ejemplares están a disposición el la Dirección de Gestión Cultural del GAD, Sígsig.
Muy interesante tu reseña amigo, una consulta la pieza de oro fue encontrada en el sector de Chunucari, de la parroquia San bartolome, o donde es el lugar donde fue hallada.
ResponderEliminarsaludos